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Cómo se celebra el día de San Valentín en Bulgaria

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San Valentín en BulgariaComo seguramente sepáis, San Valentín fue un sacerdote cristiano que vivió en la época del emperador Claudio II. Como el emperador prohibió la celebración de matrimonios, Valentín se dedicó a casar parejas en secreto, hasta que fue descubierto y ejecutado. En Bulgaria en los últimos años se ha adoptado esta fiesta, igual que otras festividades de países occidentales como Halloween. Esto no lo voy  a contar porque ya lo sabéis: flores, bombones, corazones everywhere (¿se nota que no me gusta esta fiesta?).

Pero tradicionalmente, el 14 de febrero en Bulgaria se celebra desde hace siglos San Trifon Zarezan, o Trifonov Den (el día de Trifon). Trifon es un nombre muy típico búlgaro. 

San Trifon Zarezan es el santo patrón de los viticultores, y aquí cabe remarcar que el vino búlgaro es estupendo y tiene una fama equivalente al español por estos lares. El día de San Trifon los búlgaros festejan el vino, y las cosechas en general. Las celebraciones son ritos de fertilidad enfocados  a festejar tanto la abundancia de cosechas como la fertilidad de las personas.


Trifon Zarezan Bulgaria

En los pueblos, los aldeanos se visten con trajes tradicionales y llevan a los viñedos pan casero, vino y pollo. Una  vez ahí, se rocían las viñas con el vino, aunque otra opción es hacerlo con agua bendita y beberse el vino. El sacerdote hace una poda simbólica (la de verdad se hace más tarde, en primavera), y se elige un "Rey del viñedo" entre los viticultores, título que el afortunado ostentará todo el año. Se espera que las buenas cualidades del "rey" se transmitan al viñedo para que la cosecha sea buena.

Por otro lado, el 14 de febrero también se celebra otra importante fiesta ortodoxa en Bulgaria: la Zadushnitsa, un día para recordar las almas de los difuntos. Se parece bastante al Día de Difuntos en España: también se visita el cementerio y ahí se dejan flores y se encienden velas en las tumbas de los seres queridos, y se rezan oraciones por sus almas. Una diferencia es que en la zadushnitsa los búlgaros también rocían un poco de vino en las tumbas y se hacen ofrendas de trigo en la iglesia.
 

zadushnitsa san valentín Bulgaria


Como veis, entre corazones, vino y difuntos, el día de San Valentín los búlgaros no se aburren nada.

Y vosotros, ¿Cómo celebráis San Valentín? ¿Hay alguna costumbre especial ese día donde vivís?

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Los búlgaros reciben la primavera: Chestita Baba Marta!

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Baba Marta Bulgaria martenitsa 
Cada año el 1 de marzo Bulgaria celebra una gran fiesta nacional: ¡BABA MARTA! Cuenta la leyenda que desde hace más de mil años, de la Abuela Marta dependía el clima. Cuando estaba de buen humor lucía el sol, cantaban los pájaros y florecían los campos. En cambio, cuando estaba de malas volvía el frío. Por eso, desde hace siglos cada 1 de marzo los búlgaros confeccionan martenitsas, adornos de lana blanca y roja, para apaciguar a Baba Marta y que vuelva el buen tiempo después del largo y crudo invierno búlgaro.

(Baba significa abuela; ya hablaré de false friends búlgaros en otro post).

¿Baba Marta? El nombre Abuela Marta no viene de santa Marta, sino del mes de Marzo, que en búlgaro se dice Mart, así que en realidad la Abuela Marta es la Abuela Marzo. El mes de marzo es muy importante, porque es cuando suele empezar a vislumbrarse el final del invierno y se intuyen los primeros atisbos de la primavera. Ahora mismo en Sofía se están fundiendo los últimos restos de nieve, y aunque todavía hace frío, ya es lo que yo llamo "frío soportable".

Las martenitsasson adornos confeccionados tradicionalmente con lana roja y blanca, y también he visto que se venden algunas de cartón o de plástico. Las más típicas tienen forma de escobillas o pulseras, aunque también se hacen muñecos para niños o adornos para la casa o las mascotas. A veces a las escobillas se le da forma humana; esas figuritas se llaman Pizho (el chico, de blanco) y Penda (la chica, de rojo). Las pulseras se llevan en la muñeca (obvio) y el resto se pueden prender al pecho con un alfiler. El color rojo simboliza sangre, fuerza, amistad, calor y sol. El color blanco, luz y pureza. Ambos colores unidos representan la unidad de Bulgaria.


Las Martenitsas más típicas en Bulgaria
Arriba a la derecha, Pizho y Penda



La tradición:Las martenitsas se compran para regalar a la familia, amigos y seres queridos. Al darlas se dice "Chestita Baba Marta!", que significa"Feliz Abuela Marzo". Se intercambian con las personas cercanas, compañeros de trabajo, incluso entre profesores y alumnos, y hay que llevarlas puestas todo el mes, o hasta que se ve una planta que echa brotes o una cigüeña (dos símbolos de primavera). Entonces la martenitsa ya se puede quitar, y se cuelga en cualquier planta que esté echando los primeros brotes. 


Martenitsa Bulgaria cigüeña



Confieso que a veces me salto la tradición, en varios sentidos. Aunque es de muy mala educación rechazar o no lucir una martenitsa que te regalan (al menos por ese día), si me regalan veinte pulseras no me las pongo todas, y además si hay alguna especialmente bonita me duele tener que colgarla en un árbol, y me la guardo.

El origen de esta curiosa tradición se remonta al siglo VII, a los primeros pobladores de Bulgaria, y al ser tan antigua circulan muchas versiones sobre su origen y significado. Hay quien dice que las primeras martenitsas fueron unashebras de lana blanca que el khan Asparuh (un rey de la época) ató a las patas de águilas mensajeras para anunciar su victoria sobre el Imperio Bizantino en la batalla de Ongal. La lana blanca se manchó de sangre, y de ahí los colores blanco y rojo.

La verdad es que a mi me gusta más la leyenda de Baba Marta; me la imagino como una Madre Naturaleza viejecita, y cuando tengo mucho frío (de octubre a marzo) poco me falta para rezarle pidiendole que se enrolle y que traiga la primavera. Y además tiene un nombre muy bonito :)



¿Qué os parece esta tradición búlgara de la martenitsa? ¿Hay alguna costumbre especial para recibir la primavera donde vivís?


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Otro reto del expatriado: la comida

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Puede parecer un tema banal, pero si lo pensáis bien, la comida tiene su importancia porque nos pasamos el día comiendo. Desayuno, comida, merienda, cena, picoteo entre horas, comidas fuera de casa...Y cuando uno se va a vivir a otro país, se da cuenta de detalles que no se suelen pensar cuando está rodeado de cosas conocidas. Como se suele decir, uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde :)

En estos 6 años de vida expatriada he llegado a la conclusión de que los principales obstáculos a superar en el apartado comida son dos: 
  


1. Echas de menos la comida de tu país.


Añoras las marcas conocidas, añoras Mercadona, añoras poder ir al supermercado sin tener que leer las etiquetas de pe a pa (a veces con diccionario) para averiguar qué demonios es lo que tienes en la mano... Ahora ya no sufro este problema de forma tan acusada porque ya sé búlgaro, pero al principio hacer la compra era tarea non grata.

Algunos productos son imposibles o muy difíciles de encontrar: por ejemplo, aquí me cuesta muchísimo encontrar garbanzos. Aquí se comen como frutos secos, pero las pocas veces que veo un paquete de garbanzos en la sección de legumbres, ahí acurrucados entre las lentejas y las judías blancas, me emociono y compro varios kilos. 

El tomate frito, en estos años no he visto nunca. Se vende el tomate triturado pero crudo. No es difícil hacer un sofrito rico y cocinar una buena salsa de tomate a fuego lento, pero lleva tiempo y si quieres sólo un chorrito para las salchichas de la cena, no sale a cuenta. Mi solución: hago mucha y la congelo en porciones pequeñas.

El paté de atún, aquí no existe, que yo sepa. No es un producto imprescindible pero a mi me encanta y lo echo de menos. Por no hablar ya de todo tipo de embutidos typical spanish. El jamón serrano, para mi asombro, sí que se vende en Bulgaria aunque no en todas partes, hay que saber buscar y no es barato. A los búlgaros les gusta, pero ellos ya tienen algo equivalente, un embutido llamado "filé Elena" que no es lo mismo pero está rico.


Comida española que echo de menos en Bulgaria


Hace poco ha llegado Lidl a Bulgaria y para mi ha sido como Navidad y mi cumpleaños a la vez. En julio hicieron la semana española y se me fue un poco la olla, venga a comprar comida patria. Había gazpacho, garbanzos cocidos, paella congelada, embutidos, tortilla de patatas... En general era comida bastante mala pero era española y yo tenía un ataque nostálgico, ¡al carro! Y casi lloro de emoción al descubrir que tienen durante todo el año ¡calamares a la romana!

 Por otro lado, algunas cosas aquí no existen pero sí los ingredientes, y se pueden hacer en casa con un poco de tiempo y paciencia: croquetas, paella, tortilla de patatas, gazpacho...

Y otras delicias no hay forma de conseguirlas, así que como dicen mis hermanos, ajo y agua, y a llenar la maleta cuando vas a la patria. Cada vez que visito Barcelona me vuelvo con una maleta llena de comida de Mercadona: Nesquick, galletas María y Tosta Ricas, taquitos de jamón (aquí sólo hay en lonchas), embutidos para parar un tren, latas de todo tipo, paté de atún, turrones en Navidad, lacasitos...

Ultimamente estoy intentando reducir mis importaciones porque oye, en Bulgaria también hay comida y después de tantos años ya debería superar un poco la añoranza gastronómica.. 


 

 2. Acostumbrarte a la comida local. 


¡El segundo handicap! Al principio ir al supermercado es todo un desafío. Por un lado, todo está etiquetado en cirílico y aunque sepas algo de búlgaro, el alfabeto extraño hace que leas despacio y la compra se eterniza. Por otro lado, nada te resulta familiar y no reconoces los productos. Normalmente cuando vamos a nuestro supermercado habitual, nada más ver ciertos colores o tipos de envase, antes de acercarnos siquiera ya reconocemos los productos porque nos son familiares, y esto agiliza mucho la compra.

A menudo te puedes hacer la comida que quieres en casa, como he dicho más arriba, por ejemplo aunque no hay tortilla de patatas, sí hay huevos y patatas, y te la haces tu. Pero para integrarse bien  hay que acostumbrarse a la comida típica búlgara


Comida búlgara deliciosa: sírene, banitsa, yogur búlgaro, ensalada shopska



Me ha costado años acostumbrarme al tarator, esa sopa fría de yogur y pepino que tanto les gusta a los búlgaros. ¿Yogur salado? La primera vez que lo vi no daba crédito, pero en verano lo comen a todas horas. A mi marido y a mis hijos les encanta, así que lo preparo muy a menudo cuando hace calor.

El yogur búlgaro es famoso en el mundo entero, y aunque no tenía mucho hábito de comer yogur, al llegar a Bulgaria intenté esforzarme en comerlo. Los búlgaros se lo echan a todo, lo usan como salsa, como bebida, como ingrediente en muchos platos, así que pensé que me salía a cuenta acostumbrarme al yogur salado para no pasarlo mal.

La ensalada shopska no tiene ningún misterio, es una ensalada muy rica a base de tomate, pepino, pimiento, cebolla y sírene. El sírene es un queso búlgaro simplemente delicioso, y con él se hace también la banitsa, un pastel salado de queso y hojaldre.

La banitsaes la comida búlgara a la que me aficioné más rápido; está riquísima y no puedo imaginar que a alguien pueda no gustarle. Cuando pueda pondré la receta en la sección Recetas Búlgaras.

Como veis, la comida es uno de los muchos retos de la vida expatriada; otros retos son el clima, del que hablé recientemente en el blog, y el idioma y la gente, de los que aún tengo pendiente escribir.  

Pero en general, cuando nos vamos a vivir lejos de casa, fuera de nuestra zona de confort, para adaptarse uno tiene que poner de su parte. Abrir la mente y probar cosas nuevas, en el caso de la comida no limitarnos a lo que conocemos. A mi no me gusta toda la comida búlgara, como tampoco me gusta toda la española. La cuestión es ir probando, sin prejuicios, y al final vamos encontrando nuestros favoritos.

Dicho esto me gustaría preguntaros, ¿qué comida es la que más echaríais de menos si os mudarais a otro país?
  

Relación entre hermanos, amigos para siempre

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Hace tiempo que quería hablar de la relación entre hermanos, así que aprovecho que es el tema del mes en la iniciativa Hay Vida Después de los 6 años para contar mi experiencia. No me refiero a mi relación con mis propios hermanos (para eso mejor abrir otro blog), sino a la que tienen mis hijos, que ha sido un poco tormentosa desde el principio. Los niños tienen por delante muchos años de estrecha convivencia con sus hermanos, y si bien es cierto lo que dicen de que el roce hace el cariño, también causa encontronazos. 


Mis dos hispanobúlgaros, by Azuki
 

 Cuando nació mi hijo pequeño, hace dos años, la mayor se lo tomó bastante mal. No montó dramas pero la procesión iba por dentro. Todo empezó cuando pasé dos noches en el hospital para dar a luz. Al nacer ella no hubo problemas porque era la primera, pero esta vez tuvo que quedarse en casa, y aunque mi marido la trajo a visitarme un par de veces, no es lo mismo. Esos días cuidaron de ella otras personas, yo no puede darle la merienda, llevarla al parque o contarle el cuento antes de ir a dormir. 

Su padre le explicó que mamá pronto volvería, que en dos días estaría en casa de nuevo y que traería un hermanito para ella. Ignoro si este fue el enfoque adecuado; a ella le sentó fatal. Entonces tenía cuatro años y medio y vio al recién llegado como un invasor, un ladrón del tiempo de mamá. Se supone que esta actitud es un clásico de hija única destronada, pero que sea habitual no lo hace más agradable. 

Cualquiera que tenga hijos sabe lo caóticos que son los primeros días en casa con un recién nacido. Me apañé como pude, teniendo en cuenta que sin ser primeriza me sentía como si lo fuera. Me avergüenza decir que al principio no sabía ni por dónde coger al niño, y tuve serios problemas para establecer la lactancia materna. Esto, sumado a problemas familiares y a una larga depresión post parto que me duró meses, hizo que no pudiera atender bien a mi hija mayor, y ella nos culpó al bebé y a mi.

Su reacción pasó a ser física: a la semana de nacer su hermano se empezó a arrancar las uñas a escondidas. Pero no pellejitos sueltos, no: toda la uña. Un día descubrí horrorizada que le sangraban todos los dedos y por más que intenté hablar con ella, siguió haciendolo durante semanas y meses. Cuando tuvimos por fin el tema controlado, pasó a cambios de comportamiento. Primero me atacaba a mi, verbalmente. Me ofendía sin parar, me decía cosas feas, a sus cinco años se portaba como una adolescente hormonada. 

Respecto a su hermanito, por suerte no le pellizcaba ni le pegaba, pero no parecía quererle nada. Durante un año y medio se dedicó a ignorar por completo al bebé, hasta que por fin un día nos dibujó a los cuatro juntos por primera vez, lo que interpreté como la ansiada aceptación.


No parece obra de una niña que odie a su hermanito, ¿no?


Ahora bien, que acepte a su hermano no significa que se lleve bien con él. Normalmente le tolera, pero en cuanto interfiere con su vida se pone furiosa. Como el niño le toca sus juguetes, le ha roto alguna cosa sin querer y sigue robandole tiempo a solas conmigo, lo que hace es una mezcla entre ignorarle y esconderse de él, encerrandose en su habitación durante horas.  

Otras veces su conducta es regresiva, es decir, se porta como una niña pequeña: me pide que le dé la comida en la boca, le roba los juguetes al pequeño y los usa para jugar ella, mientras el pobre llora reclamandolos.

De vez en cuando se queda a pasar la noche con mis suegros, y cuando voy a recogerla se resiste a venir conmigo, me dice que esa es su casa y que me vuelva yo a la mía con el niño. Intento no reaccionar mal a su rechazo deliberado para evitar que siga haciéndolo, pero no sirve de mucho. 

¿Y el niño? El pobre adora a su hermana, se muere de ganas de jugar con ella, y no para de buscarla por toda la casa. Todavía es demasiado pequeño para entender qué sucede, y le frustra que ella le cierre la puerta en las narices a todas horas.

No siempre están a malas, a veces se lo pasan bomba saltando en la cama o pintando, pero dura poco; son momentos fugaces en los que apenas tengo tiempo de correr a por la cámara y hacer un par de fotos borrosas para inmortalizar la escena.

Para mi es duro ver cada día esta actitud de la mayor respecto al pequeño. En parte me siento culpable porque no puedo dividirme para atender a los dos: si estoy con el pequeño no puedo hacer un puzzle con la mayor o ayudarla a escribir sus frases del día. Y cuando estoy jugando con ella al parchís no puedo rodar por la alfombra con él. Por ahora no tienen edad para poder hacer nada juntos. Son como el agua y el aceite, y no ayuda nada que el pequeño todavía no hable porque no se pueden comunicar.

¿Y qué hago yo? De momento me centro en intentar evitar que la mayor culpe a su hermanito por la pérdida de su trono. Hago lo que puedo por buscar tiempo con ella a solas, aunque siento que nunca es suficiente. Cuando el pequeño crezca un poco y hable tal vez será más fácil encontrar actividades que puedan hacer los dos juntos.

Espero que cuando ambos sean mayores los lazos entre ellos se estrechen, y cada uno sea el sostén del otro, alguien con quien contar siempre, pase lo que pase. 

¿Os resulta familiar esta situación? Quienes tenéis varios hijos, ¿se llevan bien o no se pueden ver? ¿Cómo os organizáis para atenderlos a todos a pesar de sus distintas edades? 


Los nombres búlgaros

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El año pasado hablé en este blog de los apellidos y patronímicos búlgaros y cómo se declinan según el género. Hoy me centro en los nombres de pila típicos de Bulgaria. Cada país tiene sus nombres característicos, y los nombres búlgaros no se parecen demasiado a los españoles. 

Al ser mis hijos tan búlgaros como españoles, pasé mucho tiempo antes de que nacieran meditando la elección de sus nombres, porque quería que puedan integrarse bien tanto en España como en Bulgaria. Para eso hacían falta nombres que se usen en ambos países, y son escasos.


nombres búlgaros bulgarian names


Imagino que la mayoría de vosotr@s estáis leyendo esto por simple curiosidad, y que no tenéis realmente el mismo dilema que tuve yo en su día, así que os propongo un pequeño reto para que penséis mientras vais leyendo el resto: ¿qué nombres de los que enumero a continuación elegiríais para un hijo o hija vuestro/a?  

Podría clasificar los nombres búlgaros en cinco categorías, según nivel de dificultad para hispanohablantes


1. Los quese usan igual en España:  hay más femeninos que masculinos,  pero casi todos parecen proceder del santoral cristiano.  Ya os conté que la religión predominante en Bulgaria, por tradición, es el cristianismo ortodoxo, y esto se refleja en los nombres.

Ana, Eva, Daniela, Diana, Emilia, María, Elena, Gabriela, Lidia, Marina, Margarita, Natalia, Olga, Silvia, Sofía, Victoria, Violeta, Valentina. 

Iván, Antón, Daniel, Martín, Simeón, Valentín.
 

2. Los quetienen un equivalente en español. Los podemos reconocer pero no siempre escribir o pronunciar bien la versión búlgara: 

Ioana, Kristina, Hristina, Irina, Iva, Petia, Veronika, Stefania, Terezha. 

Alexander, Angel, Emil, Evgeni, Ioan, Georgi, Kliment, Konstantin, Lazar, Mikhail, Petar, Petko, Sergey, Stefan, Sergey, Teodor, Vasil, Viktor.    

 
 3.Los queno se usan en España pero no suenan raro, porque nos resultan fáciles de pronunciar a los hispanohablantes: 

Albena, Bogdana, Borislava, Darina, Desislava, Ekaterina, Galina, Kalina, Lilia, Mila, Milena, Nadia, Nedelia,  Nevena, Teodora, Miroslava,  Raia, Rositsa, Yana. 

Boris, Ivo, Yordan, Toma.  


4.Los que uno no ha oído en su vida hasta que viene a vivir a Bulgaria. Nombres extraños, nada familiares, o difíciles de pronunciar o recordar: 

Biliana, Bistra, Boyana, Donka, Gergana, Krasimira, Ksenia, Ludmila, Nadezhda, Ogniana, Plamena, Yanitsa, Svetoslava, Zornitsa.

Asen, Bogdan, Boyan, Branimir, Deyan, Dimitar, Hristo, Ivaylo, Krasimir, Krum, Kiril, Lyubomir, Ognian, Svetoslav, Svetomir, Tsolo.


5. Los quesignifican algo curioso o me hacen reír. 

Conocí una vez a un chico llamado Atanás, y no podía mirarle sin partirme de risa, porque pensaba en "Satanás". ¡No me digáis que no se parece!

Con Dragomir, me pasaba algo parecido, yo venga a pensar en dragones y resulta que significa algo como "valioso" en lengua eslava antigua.

Timotei  es la forma eslava de Timothy, pero ¡es igualito que el nombre del conocido champú! 

Zlatka, desde que la conocí pasé meses pensando que su nombre significa "dulce" y resulta que es "dorada". En mi defensa, ambos adjetivos en búlgaro se dicen casi igual: Zladka y Zlatka

Maya es un diminutivo de María, pero cuando lo oigo sólo puedo pensar ¡en la abeja Maya!

Nedelia significa domingo; en español existe Domingo como nombre masculino, pero Dominga, en femenino, se hace raro. De todos modos en Sofía hay una iglesia consagrada a esta santa, llamada Tsveta Nedelia



nombres búlgaros curiosos



Como veis, en Bulgaria no es difícil distinguir los nombres por género, porque los nombres búlgaros de mujer terminan en -a, y los de hombre en consonante (excepto algunos en -o). 

Además, es interesante que los nombres masculinos se declinan para el vocativo con una -E. Es decir, si me dirijo a Iván para pedirle un boli, le diría "Ivane, pasame el boli por favor". O si le quiero ofrecer agua a Lazar, sería"Lazare, ¿quieres agua?".

Personalmente, como extranjera, a veces tengo problemas para pronunciar algunos nombres, especialmente si contienensonidos que no existen en español. Pero saber otros idiomas me ayuda, porque algunos de esos sonidos sí existen en catalán o en inglés, como la G de George, la J de menjar o la Z de Zoo. 
 
Espero que no se enfade ningún búlgaro al leer mi lista de nombres; podía haber hecho una clasificación más seria, dividir los nombres según su origen por ejemplo (bíblicos, extranjeros, tradicionales etc), pero me parecía más aburrido y menos subjetivo, y además ya hay artículos así en muchas webs.

Lo que sí es un hecho es que en Bulgaria parece haber una tendencia cada vez más acusada a poner a los niños nombres de origen extranjero, especialmente occidentales. Imagino que es algo parecido a la moda española de llamar a los niños como los protagonistas de las series americanas.  


¿Habéis elegido ya un nombre búlgaro  que podríais poner a un (hipotético) hijo vuestro? Y, por curiosidad... ¿ha salido vuestro nombre en la lista?


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¿Un restaurante español en Sofía?

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Después de seis años de vivir en Sofía, se me cruzaron los cables y decidí que ya era hora de buscar algún restaurante de comida patria en mi país de acogida. Lo sé, seis años es mucho tiempo, pero ya conté que una de mis tácticas para adaptarme a Bulgaria es centrarme en aprender a disfrutar de la gastronomía local, y eso he hecho. Ya sabéis, "cuando vayas a Roma haz lo mismo que los romanos", pero en este caso sustituyendo Roma por Bulgaria y romanos por búlgaros. 

Aprovechando que se acercaba mi undécimo aniversario de bodas (Bodas de Acero) me puse a investigar y di con el único restaurante 100% español de Sofía, el Tapas Bar. Por desgracia, cuando hablé con el propietario, un alicantino, me dijo que en pocos días cerraba el restaurante y se iba a Alemania. ¡Mi gozo en un pozo! (que te vaya muy bien en Alemania, Paco). 





Como plan B di con otro restaurante llamado Bodega, y a falta del Tapas Bar me conformé con este. Os sorprenderá que le dedique un post a una cena, pero entre otros factores, la última vez que salimos a cenar en pareja fue el año pasado, para nuestro décimo aniversario, así que para nosotros era todo un acontecimiento. No tener que cortarle la carne a nadie (el año pasado se la corté a mi marido sin darme cuenta jaja), y no comer con niños en el regazo fue una agradable novedad.

El restaurante Bodega está ubicado en la zona más céntrica de Sofía, justo delante de la iglesia rusa de san Nicolás. Aunque fue una buena caminata, fuimos andando para ahorrarnos tener que buscar aparcamiento (y de paso bajar la cena a la vuelta). 



La ambientación es "más o menos" española. Manteles rojos, servilletas dobladas como abanicos, mosaico en las escaleras, un chico tocando la guitarra en la planta baja. Pero vamos que a mi la decoración no me importa, ¡yo he venido a zampar! La carta contiene por un lado una selección de tapas y por otro un menú de comida típica española. Empezamos atacando las tapas,  también "mas o menos" españolas. Muy ricas eh, peeeero eso no eran exactamente tapas. Las tapas deben ser pequeñas, apenas unos bocados, y estas tapas eran tan grandes que con tres por cabeza ya no pudimos comer nada más!  Casi salimos rodando de ahí.

Tampoco era exactamente comida española. Por ejemplo, yo pedí croquetas porque me encantan y en casa no me salen muy bien. Leo en la carta "croquetas de carne". ¿De carne? ¿No hay de jamón serrano? Jo, bueno vale, pues de carne. Corto la primera croqueta y me encuentro con carne, pero sólo carne, nada de bechamel. Eso era una pelotilla de ternera rebozada, tal cual. Muy rica, pero eso en mi mundo no es una croqueta.

tapas restaurante Bodega Sofía Bulgaria 1

  
Probamos también la tortilla de patatas. Esta sí que se parecía más a una tortilla española, así que la dejo pasar porque además estaba rica. Además yo pedí hummus, que no es comida española, pero me gustan mucho los garbanzos, en Bulgaria cuestan de encontrar, y nunca había comido hummus. Ningún misterio, es paté de garbanzos y punto. Muy rico, pero como he dicho no es español (al parecer viene de Egipto). Otras cosillas que probamos: patatas bravas y montaditos de brie, aceitunas, y algo de comida mexicana e italiana (muy buena pero en un restaurante español no pega).


tapas restaurante Bodega Sofía Bulgaria 1



Después de cenar, proseguí la investigación: me dirigí al maître y le di el susto de su vida cuando le pedí hablar con el chef. Cuando se recuperó, le sacó de la cocina un momento para presentarmelo y nos dejó hablar. El chef, de unos treinta y cinco años así a ojo, me contó que su formación culinaria son clases de cocina normales en Bulgaria, es decir que nunca ha aprendido específicamente cocina española. Añadió que lo que prepara es su propia versión de la comida española. Además, parece que ningún miembro de la plantilla es español ni habla el idioma.

También le pregunté por el origen de los productos que utiliza para elaborar sus platos. Al parecer, lo único que procede de España es el jamón serrano y los quesos manchegos; todo lo demás son productos búlgaros, con la excepción ocasional de aceitunas y aceite de oliva.

Añadió que tiene dificultades con el personal de la cocina, porque eso es un trabajo en equipo y al parecer en cuanto los pinches aprenden algo se le van, y tiene que enseñar de cero a nuevo personal. Una pena, porque al buen hombre parece que le gusta mucho su trabajo. Me confió que otro problema es que los búlgaros son gente práctica, que van a los restaurantes a alimentarse, no a disfrutar de la comida en sí.

 
Servilleta y croqueta restaurante Bodega Sofía Bulgaria
Servilleta con error y falsa croqueta: pruebas gráficas.

Como anécdota chorra, en las servilletas de Bodega hay escritas unas cuantas expresiones básicas en búlgaro traducidas al español. Pero me chocó leer entre ellas "Aquí están" al lado del búlgaro "заповядайте". Me costó pillarlo hasta que entendí que a alguien se le había ido la pinza y lo habían traducido mal: en inglés sería "Here you are" y lo habían traducido al español de manera literal: aquí están. Como en los centros comerciales: "Usted está aquí". No comment.. o sí: corregí el error con boli y le dejé la servilleta de regalo al pobre maître, que imagino que se alegró mucho cuando nos fuimos.  

Mi conclusión es que la comida que se sirve en Bodega es buena, esto es innegable. Se nota que los productos son de calidad, la comida está bien preparada y bien presentada, los camareros son rápidos y eficientes, y aunque no es barato tampoco es muy caro. A mi me gustó mucho la cena y probablemente volveremos porque quiero probar la paella. Pero eso no es comida española.Es, como me dijo el chef, "una versión búlgara de la comida española".

¿Qué os parece? ¿Creéis que un restaurante español debería ceñirse a servir comida española de verdad para poder llamarse así? ¿Qué os gusta más de la comida típica española?       


Cómo se celebra la Pascua ortodoxa en Bulgaria

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Para empezar, hay que decir que la pascua ortodoxa no coincide en el tiempo con la pascua católica. Esto se debe a que la Iglesia ortodoxa establece la fecha de esta festividad en base al calendario Juliano, no al Gregoriano, que es el que se usa en la actualidad. Este año la Semana Santa se celebra en Bulgaria  del 5 al 13 de abril, es decir una semana después que en España.

El cristianismo ortodoxo tiene sus variantes pero no deja de ser cristianismo, es decir, que los ortodoxos tienen unas creencias bastante parecidas a las católicas. Los dogmas de fe son casi iguales, aunque por ejemplo, los ortodoxos no creen en la autoridad máxima del Papa, el pecado original o el Espíritu Santo.

La Semana Santa búlgara, como la católica, conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Los búlgaros ortodoxos no comen ni carne ni productos animales durante toda la Cuaresma (los 40 días previos a Pascua). En la Iglesia Católica los únicos días de abstinencia de carne son los viernes de Cuaresma. Esta dieta vegana es para limpiar el cuerpo de toxinas y prepararse para la Semana Santa, aunque en la práctica, que yo sepa, pocos lo hacen.


Así transcurre la Semana Santa en Bulgaria (Strastnata Sedmitsa): 


- Domingo de Ramos: se conmemora el recibimiento de Jesús en Jerusalén con ramas de sauce (los católicos lo hacen con ramas de olivo o con palma).

De lunes a jueves son días laborables pero los niños tienen vacaciones: pesadilla logística para los padres, como en España. De viernes a lunes es festivo nacional.

- Jueves santo: se pintan los huevos (luego os cuento con más detalle).

- Viernes santo: Pasión y muerte de Cristo. Los iconos que le representan se retiran o se tapan. Como el Hijo de Dios ha muerto, los ortodoxos pasan por debajo de la mesa, a ras de suelo, como símbolo de humildad.

- Sábado Santo: el único día del año que no hay servicios religiosos en la iglesia.

- Domingo de Resurrección:Velikden. Los cristianos dicen "Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe", y por eso el Domingo de Resurrección es la mayor celebración del cristianismo. No, no es Navidad, aunque lo parezca. En la medianoche del sábado al domingo, se dan tres vueltas paseando alrededor de la iglesia y entonces ya se pueden comer los huevos y kozunak (esto también lo cuento al final).





Pintar huevos: una de las actividades más divertidas y decorativas de la Pascua búlgara.


Sé que se hace en otros países europeos, pero de donde soy yo (Cataluña) lo que se hace es comer Mona de Pascua y huevos de chocolate, así que esto de pintar huevos me viene a nuevo. Los huevos tienen mucho que ver con la resurrección, porque simbolizan el inicio de una nueva vida.

No tiene ningún misterio y es una actividad estupenda para hacer con los niños: se trata simplemente de hervir huevos y pintarlos de coloresEl rojo es el color más importante y debe estar siempre presente (simboliza la sangre de Jesús), pero también se pueden usar otros colores, incluso pegatinas. ¡Imaginación al poder! 

Los huevos se pintan el Jueves Santo, y el Domingo de Resurrección (Velikden) se hace algo muy divertido con ellos: Chukane s Yaitsá! que significa algo así como "golpear los huevos". 

Para el Chukane s Yaitsá, la familia se reúne en torno a los huevos pintados y cada uno coge uno para el ritual:

 Hay que ponerse por parejas, y sujetar el huevo con el puño cerrado, de modo que sólo sobresalga la parte superior, la más estrecha. Entonces se intercambian los huevos con el otro diciendo "Hristós voskrese" (Cristo ha resucitado) y se vuelven a intercambiar con un "Vo iztina voskrese".  Entonces cada uno golpea su huevo con el del otro en el mismo punto, y uno de los dos se cascará. El que tenga el huevo íntegro repite la operación con otro que también tenga el suyo intacto. Cuando ya no quedan huevos intactos se pueden seguir "chukeando" por las extremos que todavía no se han roto.


El dulce tradicional de Semana Santa en Bulgaria es el kozunak, una especie de pan dulce muy parecido al panettone italiano, al brioche y al Tortel de Reyes español. El kozunak se consume durante todo el año, pero en Semana Santa las amas de casa lo hacen casero, para su propia familia y también como obsequio para otros.



Termino señalando que Bulgaria, como España, no es un país muy practicante ahora mismo. Toda forma de religión estuvo completamente prohibida durante el Comunismo (1945-1989) y no se podía enseñar en los colegios ni practicar en público. 

Por eso muchos búlgaros tienen escasos conocimientos de la religión ortodoxa y no están familiarizados con el origen de muchas costumbres, y por más que pinten huevos y coman kozunak, no lo hacen por fe sino más bien por tradición. ¡Los búlgaros adoran sus tradiciones! 

¿Qué os parece la Semana Santa búlgara? ¿Se parece a cómo la celebráis vosotr@s? ¿Pintáis huevos también? 


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Celebrar un cumpleaños infantil en Bulgaria

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Hace unos meses mi hija mayor cumplió seis años, y yo me vi en un pequeño aprieto. Hasta entonces habíamos celebrado sus cumpleaños en petit comité, por un lado invitando a los abuelos a comer un pastel, y por otro lado quedando con amigos con hijos para que los niños jugaran. No nos complicabamos mucho la vida porque aquí en Bulgaria tenemos poca familia y porque la niña era pequeña y no estaba nada interesada en fiestas multitudinarias. Lo cual tengo que confesar que era un alivio para mi ;)

Pero claro con seis años ya tiene más amigos y más vida social que yo, además a menudo la invitan a cumpleaños y queda raro no devolver la invitación, empiezan los compromisos... Y sobre todo, ahora ella sí quiere fiesta, regalos, amigos, y un montaje algo más elaborado. 


Imágenes de Detski Party Club Slon Balon

Como ya dicen "donde fueres haz lo que vieres", en estos casos suelo observar lo que hacen las madres búlgaras para tener una base de partida. Por lo que he visto hasta ahora, las familias búlgaras suelen montar las fiestas de cumpleaños infantiles en los llamados Detski Party Clubs (clubs de fiesta infantiles). Imagino que en España también hay, pero como nunca he criado hijos ahí.. Suele haber de 15 a 20 niños con sus respectivos padres. Normalmente hay una sala habilitada para que los adultos esperen tomando aperitivos mientras los niños juegan en la sala de juegos, y luego merienda y pastel.

En este tipo de clubs se suele pagar un tanto por niño en concepto de alquiler del local por dos horas, y luego otro tanto por cabeza por la merienda. Por ejemplo, una fiesta con 15 niños en un club de este tipo puede salir por 300 lv. (150 euros). Como en todas partes, los precios varían según el pack elegido, el local, y su ubicación. Teniendo en cuenta lo bajos que son los sueldos en Bulgaria, sale bastante caro, aunque por otro lado el cumpleañero vuelve a casa bien  cargado de regalos.

Después de algunos años de acudir a este tipo de eventos sólo como invitada, me di cuenta con horror de que este año se esperaba de mi que organizara tres fiestas: una en casa con la familia, otra en el cole con los compañeros de clase, y una tercera con amigos y sus hijos.

Que no cunda el pánico, vamos por partes... 

 


1. La fiesta en casa: hice lo mismo que siempre, es decir suegros + pastel, pero con alguna variación. Esta vez el pastel lo compramos de pastelería, y me curré un poco la decoración. Como se me dan fatal las manualidades, me limité a preparar una banderola para la pared con su nombre y con dibujos de My Little Pony. Ya sé que hay muchas madres molonas que son cracks de las manualidades y habrían hecho mucho más, pero cada uno tiene sus limitaciones y conozco las mías. 

2. La fiesta en el colegio: en vez de un desastre fue un éxito, gracias a la profesora. Dijo que si llevabamos un pastel podían hacer la fiesta en la clase, y encargamos un pastel con el careto de las chicas de Frozen, porque si es para el colegio no puede ser casero. Aclaro que en Bulgariala normativa escolar exige que el pastel tenga un certificado sanitario conforme ha sido elaborado en condiciones higiénicas adecuadas, que suelen emitir en la misma pastelería. Por el módico precio de 50 lv (25 euracos) obtuvimos un pastel de 30 raciones, con la imagen equivocada por cierto. Porque tu eliges la imagen que quieres, la mandas por e-mail a la pastelería, y ahí la imprimen en papel de azúcar. Pero deben tener tantos pedidos de Frozen que se equivocaron. No comments.

Imagen que eligió la niña para su pastel pero que nunca se llegó a imprimir en azúcar.


A la profesora de mi hija le deberían subir el sueldo, porque no sólo hace de profesora, sino también animadora. Me permitió quedarme y se pasó dos horas organizando juegos de cumpleaños para los niños, que estaban encantados de librarse de las Mates por cierto. Sacó su inseparable acordeón y estuvo tocando incansable canciones infantiles búlgaras mientras los niños cantaban y bailaban. Luego les hizo poner en fila y empezó un extraño ritual, que no sé si es típico búlgaro pero me dejó fascinada. Uno a uno los niños fueron avanzando hasta ponerse delante de la cumpleañera, y una vez ahí le recitaban un poema o le manifestaban sus buenos deseos en plan formal. Por ejemplo: "Que sigas viva y sana muchos años" y cosas así. Mi pequeña hispanobúlgara, lejos de flipar en colores como su madre extranjera, fue aceptando los buenos deseos hasta que terminaron.
 
Quedarme me permitió, además de hacer alguna foto y echar una mano a la profesora con semejante follón (25 niños a tope de azúcar), observar a mi hija en el entorno escolar. Porque normalmente los padres dejamos a los niños y nos vamos, y no tenemos ocasión de verlos interactuar con sus compañeros. Fue una mañana agotadora pero también gratificante.

3. Fiesta con amigos. De esa nos libramos porque había varios niños enfermos y decidimos cancelarla para que no fuera como esas "fiestas del sarampión" que hacen algunos chalados en Estados Unidos, en las que padres de niños no vacunados quedan para que sus hijos se contagien y así pasen la enfermedad todos a la vez. De locos.

Cuánto me alegro de haberme librado del Detski Club. Pero tengo dos hijos y supongo que tarde o temprano me tocará pringar ;)

¿Cómo celebráis los cumpleaños de vuestros hijos? ¿En la intimidad del hogar o en entornos públicos como clubs infantiles?   

Un paso más en el porteo: la Tula Toddler

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Ya he contado alguna vez lo mucho que me gusta llevar a mi hijo pequeño en la mochila ergonómica. Tengo la Boba Air y la verdad es que estoy contentísima con ella. ¡Si lo llego a saber la compro antes! Pero claro el pequeño ya no es tan pequeño, y aunque la mochila reparte el peso perfectamente y deja las manos libres, esos kilos se van notando si pasa mucho rato ya que la mochila no tiene acolchados ni refuerzos de ningún tipo. Hacía meses que le tenía el ojo echado a una mochila más grande, ¡y por fin me la he comprado!

De entre todas las mochilas grandes que hay en el mercado me decidí por la Tula Toddler. Las mochilas Tula se confeccionan en Polonia de manera totalmente artesanal, por eso los acabados son estupendos. También hacen mochilas tamaño estándar o baby, pero las toddler tienen el panel más ancho y más alto, y son para llevar a niños más mayorcitos (a partir de unos 11 kg y unos 82 cm de alto).

Después de mirar todos los estampados disponibles, me decanté por el modelo Rockets, porque me gustó el color turquesa de las zonas acolchadas y me hicieron gracia los cohetes y las naves del panel. Pero también hay otros muchos modelos más discretos y sobrios.


 

Que tenga la Tula no significa que ya no use la Boba Air; la sigo llevando en el bolso "por si...", (total, abulta como un neceser y casi no pesa nada). Pero usar esta estupenda mochila tan acolchadita es comodísimo, tanto para mí como para mi pitufo. 

Mi marido me preguntaba para qué la quería, si el niño ya camina. Cierto, camina, pero ¿hacia dónde? Pocas veces se digna a darme la manita por la calle, y a menudo se suelta de repente para correr hacia la calzada, lo cual puede ser muy peligroso. Además, a sus dos años aún va despacio y a su ritmo, y si tengo algo de prisa o es un trayecto un poco largo no me gusta forzarle. En esos casos me viene genial subirle a la Tula y bajar a comprar el pan, subir al autobús (que es complicado con el carro) o visitar a los abuelos.

Busqué mucho en Google antes de comprarla en busca de opiniones de gente que la tuviera, pero la mayoría de opiniones personales que encontré estaban en inglés, así que creo que no me repito mucho si doy mi la mía aquí. De hecho, tenéis un análisis más completo de la Tula Toddler en el blog de Mochilas-Portabebes.es

Precio: no es barata, pero tampoco es más cara que la mayoría de mochilas portabebés. La buena calidad se paga, y también se disfruta. He examinado mi mochila al milímetro y no hay ni un hilo colgando, ni una costura torcida. Se nota a simple vista que está bien hecha y que es resistente; para quien portea con cierta frecuencia, es una buena inversión.

Edad: se recomienda para niños a partir de 11 kg y 82 cm. Mi hija mayor, por ejemplo, era bastante grandota de bebé, y a ella la habría podido llevar en esta mochila antes del año, pero en bebés más chiquititos lo normal es que empiecen a usarla con un año y medio, o incluso pasados los dos años. 

Pros: después de usar la Boba Air, que no está acolchada, durante un año y medio, lo que más valoro que la Tula Toddler es el grueso acolchado tanto en los tirantes como en el cinturón, que son justamente las zonas en las que se apoya el peso del niño. Pero como el panel es de algodón finito, al doblarla realmente no abulta tanto como pensaba. Reparte el peso del niño a la perfección, y aunque obviamente los kilos son los mismos, los hace mucho más llevaderos que cargarlo en brazos.


mochila ergonómica Tula Toddler Boba Air opinión


También me gusta que todas las correas (la de la cintura, las de los tirantes, y la que une los tirantes) de la Tula Toddler se pueden enrollar sobre sí mismas y sujetar con una gomita que llevan incorporada, así después de ajustarlas no hace falta que vayan todas colgando. La Boba Air también las tiene, y os vais a reír, pero ¡tardé semanas en darme cuenta! Como las gomas son tan discretas, ni las vi.

Esta mochila tiene un bolsillo en el cinturón, una capucha (que por suerte se puede poner y quitar), y viene con folleto de instrucciones, que yo la verdad no necesité porque es muy sencilla de usar y yo ya estaba acostumbrada a la Boba. 

Contras: cuando no uso mi Boba la doblo sobre sí misma y se queda cerrada con una cremallera, pero cuando doblo la Tula no tengo dónde meterla y se me desdobla. Me estoy haciendo una funda casera con una camiseta vieja, de esas que ya no te pones pero te sigue gustando el estampado.

Otro punto a destacar (no llega a ser negativo pero es un desafío) es que esta mochila pide a gritos porteo a la espalda. Yo la empecé a usar como hacía con la Boba, con el niño delante, pero a estas alturas su cabecita ya me entorpece un poco la visión y no me apetece tropezar por la calle por algo tan nimio como no ver por dónde voy. Las aceras de Sofía son, digamos, canela fina, sólo diré que son parte del motivo por el que prefiero portear a usar el cochecito.

Y eso es un desafío porque nunca había porteado a la espalda antes, me daba miedo que se me cayera el niño al ponerlo o sacarlo. Pero como dice siempre Barney, Challenge accepted! Si necesitas aprender algo que no sabes, preguntale a Google o a YouTube.

Estuve mirando una recopilación de vídeos de distintas marcas de mochilas en los que se explica de forma gráfica cómo ponerse la mochila portabebés a la espalda. Personalmente, me gusta más el sistema del segundo vídeo, el que propone Boba, pero en el primero sale un papá yogurín y también he visto ese vídeo varias veces ;)

mochila portabebés ergonómica Tula Toddler Rockets
Después de una semanas, me parece más cómodo usarla a la espalda.

Como veis al final con practicar un poco no es tan complicado portear a la espalda. Eso sí, las primeras veces ayuda hacerlo ante un espejo, o cerca de un sofá o una cama por si las moscas. Y si os estáis preguntando si el niño me tira del pelo, la respuesta es sí, pero esto lo hace siempre, no sólo en la mochila.

Compré la mochila la última vez que estuve en España, a través de la web Mochilas-Portabebes.es. El servicio es estupendo: por un lado el envío es gratuito y en 24 horas (yo pedí la mochila una tarde y a la mañana siguiente ya estaba en casa), y además Eva, la propietaria de la tienda, ofrece asesoramiento antes y después de la compra. Antes, porque tienen tantas mochilas que a veces una no sabe cual se adecua mejor a sus necesidades, y después, cuando ya la tienes y estás aprendiendo a usarla, a veces surgen dudas. Eva, a la que considero ya una buena amiga,me las estuvo resolviendo todas los primeros días de probar la mochila.

Para quienes me leéis desde Bulgaria, también hay una web que vende mochilas ergonómicas aquí, se llama Roshavo, y los gastos de envío son gratuitos a partir de 200 lv (100 euros).

La verdad es que hacía tiempo que no estaba tan satisfecha con una compra. Tuve suerte de conseguir el modelo Rockets, porque parece que Tula ha dejado ya de fabricarlo. No sé cuántas les quedarán en la tienda, pero si os gusta ese estampado en concreto yo me daría prisa. Y si se acaban tampoco es un problema, porque Tula va sacando nuevos estampados cada poco tiempo; actualmente hay alrededor de 20 modelos para todos los gustos.

¿Habéis usado alguna vez una mochila portabebés ergonómica? ¿Qué opinión os merecen?

5 cosas que me encantan de Bulgaria

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Una de los métodos más efectivos para adaptarse a las cosas nuevas es ser positivo. Hace poco ya os conté lo mucho que me ha ayudado el Positivismo Artificial en mi adaptación a la vida expatriada, una actitud que aunque cuesta (al menos a mi) es muy útil también para cualquier otro obstáculo que nos encontremos en esta vida.

Y como el positivismo implica centrarse más en las cosas buenas que en las malas, he ido recopilando cosas que me gustan de Bulgaria y de los búlgaros. Cualquier situación tiene sus cosas buenas, sólo hay que saber buscarlas y en este caso no me ha costado encontrarlas.




Estas son cinco cosas que me encantan de Bulgaria:

 

1. La comida búlgara.  


La pongo en primer lugar porque con la barriga llena es mucho más fácil ser positivo y ver el mundo de otro color. Comemos cada día, esto es inevitable, y por suerte en Bulgaria se come muy bien. Por supuesto he tenido que desterrar los prejuicios y acostumbrarme a nuevos sabores y combinaciones de alimentos, pero entre tanta novedad siempre se pueden encontrar cosas que le gusten a una. Me gusta especialmente la banitsa, el famoso pastel salado de hojaldre y queso búlgaro; hasta he aprendido a hacerla casera. Los tomates son tan deliciosos que en verano te los puedes comer a bocados a palo seco, y el gazpacho que sale con los tomates búlgaros es insuperable. Un primo de mi marido lo llama "domator" desde que lo probó, mezclando las palabras domat (tomate) y tarator (sopa fría de yogur y pepino, el plato búlgaro por excelencia).

De hecho me había salido una lista tan larga de comida búlgara rica que mejor no me enrollo y ya le dedicaré una entrada entera otro día.   
 
Otro aspecto que me gusta de comer en Bulgaria es que se puede salir a comer fuera de casa sin que esto suponga una ruina para la economía familiar. Por ejemplo, por el equivalente a 6 euros se puede comer un menú completo en un restaurante, todo bien abundante. Hablo de restaurantes normales, por supuesto también los hay caros.


2. El horario europeo


Imagen: Habitaka
Yo soy ave diurna y en cuanto se pone el sol mi cerebro va apagando motores. Prefiero madrugar si hace falta antes que trasnochar. ¡Y por eso estoy encantada con el horario búlgaro! Aquí se come temprano, hacia mediodía, incluso hay quien se pone a ello a las 11, 11'30. También se cena temprano, hacia las 7-8, y por tanto es fácil tener a los niños archivados a las 9, algo que cualquier madre agradece. Este horario me gusta mucho porque así se aprovecha más la luz, se ahorra electricidad, y de todos es sabido que la luz solar anima, ya que aumenta la producción de serotonina (quizá por eso me deprimen los largos y oscuros inviernos búlgaros).



3. Lo bien que los búlgaros tratan a los niños.


Desde que soy madre y me muevo con niños pequeños siempre me preocupa que se porten bien en público y poder ir con ellos donde sea sin tener problemas. Esto en España es un dolor de cabeza, pero en Bulgaria no tanto, porque los búlgaros adoran a los niños. A estas alturas aún me cuesta creer la paciencia y la amabilidad que recibimos dondequiera que vamos. La gente se para por la calle para decirles cosas bonitas (y no es porque mis hijos sean especialmente guapos, esto lo hacen con todos). Vas por la calle y una señora que no conoces de nada les dice "Hola pajaritos!", sonríe y sigue su camino. 

En Sofía, personas de toda edad y condición te abren las puertas de comercios y ascensores si vas con niños, y hacen gala de gran amabilidad y mucha paciencia cuando los niños alborotan. Esto lo noto especialmente cuando viajamos a España, porque en el aeropuerto y en el avión puedo distinguir fácilmente búlgaros de españoles. Los búlgaros te ceden el paso, te ofrecen cambio de sitio, saludan a los niños cuando se ponen de pie en su asiento para "espiar". En cambio, los españoles suelen ser, por desgracia, los que refunfuñan porque les ha tocado viajar con un niño cerca, y pocas veces se les pasa por la cabeza ayudar a una madre con sus bultos o ceder el paso. Obviamente no se puede generalizar, pero si hay algún gruñón, es más probable que sea español que búlgaro.



Recientemente se desató la polémica en Twitter debido a un desafortunado comentario de Laura C., productora de una pseudoserie española, que se lamentó ante sus seguidores de que le había tocado viajar con una madre y sus dos niños. Guapa, si quieres viajar en completa paz y tranquilidad, conduce tu propio coche. A mi me molesta la gente que fuma o que no se ducha, y me aguanto. La familia es la base de la sociedad, y gracias a la gente que tiene hijos no se extingue la raza humana. Un respeto para los que nos dejamos la salud mental en criarlos, quererlos y educarlos.


4. La hospitalidad búlgara:


Los búlgaros son gente extremadamente hospitalaria, tanto que yo al principio hasta me agobiaba, porque soy un poco arisca. Si te invitan a comer, están pendientes todo el tiempo de que tengas el vaso y el plato bien llenos. En cuanto baja el nivel de tu bebida, acuden raudos y veloces a rellenarte el vaso. Cuando te llevas a la boca la última porción de comida, ya te están sirviendo más. Yo no soy de comer mucha cantidad y el primer año tuve serios problemas con esto: la gente no paraba de servirme más de todo y yo me sentía a punto de reventar. Sin embargo, pronto le pillé el truco: comer más despacio y conservar siempre algo de comida en el plato, al menos hasta que los demás han terminado. 

En casa de un búlgaro, el invitado es el rey. A un huésped le sirven siempre lo mejor que tienen, incluso aunque no se lo puedan permitir. Ya conté en el post Los búlgaros no beben agua que yo siempre pido agua, y que esto les suele desconcertar. Me ofrecen todo tipo de alternativas y cuando ven que sigo pidiendo sólo agua, piensan que no me gusta lo que me ofrecen y casi parece que vayan a salir corriendo a la calle a comprar otra bebida. Para un invitado nada es demasiado.

Eso sí, en casa de un búlgaro ponte zapatillas siempre, lo agradecerán aunque digan que no hace falta.


5. La naturaleza:


Bulgaria es un país precioso. La mayoría de población (75%) se concentra en las grandes ciudades, y las zonas rurales están muy despobladas. Esto implica que en áreas muy extensas la naturaleza tiene vía libre para mostrarse en todo su esplendor con poca intervención humana y a menudo los paisajes son simplemente increíbles.

En este país hay infinitas posibilidades de turismo al aire libre: hay montañas en las que se puede esquiar en invierno y hacer excursiones en verano; hay más de 200 km de playas de calidad (si vemos Bulgaria como un rectángulo, todo el lateral derecho da al Mar Negro); y el turismo rural también tiene muchos adeptos. En general, Bulgaria es un paraíso del turismo low cost para el resto de europeos. Éstos cuentan con mayor poder adquisitivo que los búlgaros, porque en comparación con los suyos, los sueldos en Bulgaria son muy bajos.


Los siete lagos de Rila (Bulgaria)


Tengo la impresión de que Bulgaria aún no es muy conocida como destino de vacaciones, al menos por parte de Europa Occidental. Poco a poco los países de más al Oeste la van descubriendo, y quienes vienen aquí de vacaciones suele volver a casa muy satisfechos. ¡Cómo no! Buena comida, gente amable, precios muy asequibles y mucho que ver y hacer. Puede echar hacia atrás el idioma, pero para unos días con aprenderse algunas palabras basta.

Los que ya conocéis Bulgaria, ¿qué os gusta más de este país?
Y los que no, ¿qué os parecerían unas vacaciones aquí? ¿Sois más de playa, montaña o ciudad?


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Musaká búlgara: receta paso a paso

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Hoy os traigo una receta muy típica de Bulgaria, aunque su origen es griego. Seguro que os suena aunque sea de nombre la musaká. ¿Habéis visto la película Mi Gran Boda Griega? Los niños del colegio se meten con la protagonista por llevar "comida rara" en vez de bocadillos, y gritan ¡Muscaca! Criaturicas... Si la hubieran probado les habría costado reírse, estarían demasiado ocupados masticando. ¡Madre mía qué cosa más rica!


Musaká Bulgaria receta



La musaká se consume en muchos países balcánicos: Grecia, Turquía, Bulgaria, Albania, Bosnia, Croacia, Macedonia, Rumanía, Eslovenia, Serbia... En todos ellos se hace esta receta, con pequeñas diferencias según la zona. En Bulgaria, por ejemplo, se hace sin berenjenas.

En casa hacemos musaká muy a menudo, porque además de buena, es súper fácil de hacer y no tiene ningún ingrediente raro o difícil de conseguir. Se trata simplemente de carne, patata y tomate. ¡Ya está! Proteínas, carbohidratos y vegetales: un plato bien completo y que además se puede dejar hecho con antelación.

Así se hace la musaká, tal como me la enseñó en su día mi suegra. Con estas indicaciones salen unas cuatro raciones:

Ingredientes para la musaka búlgara receta

Si no podéis conseguir ajedrea, podéis usar orégano en su lugar.

Este plato admite mucha variedad, cada ama de casa tiene su manera de preparar la musaká. Se pueden añadir más vegetales, como zanahoria, pimientos... Incluso se puede reemplazar la carne por setas, por ejemplo, para hacerla vegetariana.



Ingredientes receta musaká búlgara




Elaboración:       

1. Se pocha la cebolla a fuego lento en una sartén con un poco de aceite. Cuando empiece a transparentar, se añade el diente de ajo en láminas y la carne picada, y sal y pimienta al gusto.

2. Hay que ir removiendo hasta que la carne deje de estar cruda. Entonces se añade el tomate, junto con un pellizco de ajedrea y otro de pimentón. 

Luego se echan con cuidado 50 ml de agua, y se remueve bien.

3. Mientras se va guisando todo a fuego lento, se pueden ir pelando las patatas y cortandolas en dados pequeños. Entonces se echan a la sartén.

4. Se remueve bien para mezclar todos los ingredientes. Dejamos a fuego medio 10 minutos.

5. La mezcla se vierte en una bandeja resistente al calor (yo suelo usar una de cristal de 30x20 cm), se alisa bien la superficie, y se mete en el horno precalentado a 180ºC durante 40 minutos.

Mientras se va horneando preparamos la cobertura: sólo hay que batir el huevo, mezclarlo con el yogur, y salpimentar. El resultado es una salsa espesa que hay que reservar para después. 

6. Cuando se saca del horno la musaká, hay que verter encima esa mezcla, asegurandonos de que la cubre por completo, y esparcir por encima el queso rallado. Entonces se pone a gratinar hasta que el queso esté dorado. ¡Y ya está lista para comer!

Receta paso a paso musaká búlgara

Los búlgaros la comen acompañada de salsa de yogur (un yogur no azucarado, sal y eneldo, todo bien mezclado).

En total se tarda aproximadamente una hora y media. Parece mucho tiempo pero se debe más a los tiempos de cocción que a la complejidad del plato. 

********

La musaká se puede dejar preparada con antelación, incluso se puede dejar hecha el día antes. Se puede acompañar con una ensalada pero al ser tan completa también puede ser plato único. A los niños les suele gustar mucho, y ahora que no nos leen, si no les gusta comer verdura es muy fácil colarsela dentro de la musaká ;)

Tened en cuenta que no soy cocinera y esta receta la pongo tal cual me la han enseñado a mi. Cada búlgara tendrá su propia versión. Yo simplemente intento ir aprendiendo recetas búlgaras, para que mis hijos, que son tan búlgaros como españoles, puedan crecer comiendo y apreciando la comida local.

¿Habéis probado alguna vez la musaká? Viendo lo facilita que es, ¿os lanzáis? :)      
 

Simeón de Bulgaria: el rey que nunca reinó

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Hoy os hablaré de un personaje que tiene tanto que ver con Bulgaria como con España: Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha, más conocido como el rey Simeón de Bulgaria. La figura del rey Simeón siempre me ha parecido muy interesante, porque es un rey sin trono, y porque es el único rey depuesto que ha regresado a dirigir su país como primer ministro de una República.

Antes de entrar en materia, que conste que sé perfectamente que el tono y el lenguaje que uso son tal vez muy coloquiales para este tema tan histórico-político. Pero para textos más oficiales ya están las enciclopedias, yo simplemente pretendo hacer un resumen, muy por encima, para hispanohablantes, y voy a intentar que la narración sea ligera para que nadie se duerma. Tampoco pienso meterme en política, que si monarquía, que si república, eso es cosa de cada cual y vaya por delante que respeto todas las opiniones, siempre que se expresen con educación.


Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha, el rey Simeón de Bulgaria


¿Quién es Simeón de Bulgaria? 

Simeón II (Sofía, 1937) es hijo del último rey de Bulgaria, el zar Boris III. Cuando tenía seis años, su padre falleció de repente, justo después de una visita a Hitler, con lo cual el niño heredó el trono. Debido a su corta edad, su tío ejerció como regente, hasta que fue ejecutado tres años más tarde cuando la Unión Soviética invadió Bulgaria. 

El pequeño Simeón, su madre la reina Juana y su hermana María Luisa quedaron recluidos en un palacio cerca de Sofía, y en 1946 los soviéticos abolieron la monarquía y convirtieron Bulgaria en una república socialista.

Simeón y los suyos abandonaron Bulgaria y vivieron unos años en el exilio, hasta que en 1951 España ofreció asilo a la familia real búlgara.

Desde entonces la familia ha vivido en España. Simeón se casó con una española, Margarita Gómez-Acebo, con la que tuvo cinco hijos: Kardam, Kyril, Kubrat, Konstantin y Kalina. Sí, todos con K, como muchos nombres búlgaros.

Antes de seguir con la historia de Simeón, hago un inciso para hablar de sus hijos. Los cinco obtuvieron la nacionalidad española al cumplir la mayoría de edad, y todos se han casado con españoles: 

- Kardam, príncipe de Tírnovo, se casó con Miriam de Ungría y ambos tuvieron dos hijos, Boris y Beltrán. Falleció recientemente a los 52 años a causa de un accidente de tráfico, DEP.

- Kyril, príncipe de Preslav, se casó con Rosario Nadal y tiene tres hijos, Mafalda, Olympia y Tassilo. Actualmente trabaja como consultor financiero.

- Kubrat, príncipe de Panagurishte, contrajo matrimonio con Carla Royo-Villanova y tiene tres hijos, Mirko, Lucas y Tirso. Trabaja como cirujano en Madrid.

- Konstantin, príncipe de Vidin, se casó con María García de la Rasilla y tienen dos hijos mellizos, Umberto y Sofía.

- Kalina, princesa de Bulgaria, es la única hija del rey Simeón. Se casó con el explorador Kitín Muñoz y tienen un hijo llamado Simeón, como su abuelo. Kalina tiene doble nacionalidad, española y búlgara.


Familia real búlgara y el rey Simeón de Bulgaria
La familia real en 2007, en el 70 aniversario del rey Simeón. Imagen: kingsimeon.bg


En 2001, Simeón II regresó a Bulgaria como líder de su propio partido y ganó las elecciones, siendo nombrado Primer Ministro. Esto lo convirtió en el único rey depuesto de la Historia de Europa que ha recuperado el poder al ser elegido democráticamente como jefe de Estado.

Cuatro años después, perdió las siguientes elecciones y regresó a España. Entre sus logros de esos años de mandato figuran conseguir que Bulgaria entrara en la Unión Europea (2007) y en la OTAN (2004). 

Personalmente no tengo claro si Simeón II es rey o no. Nunca llegó a reinar (excepto por esos tres años de regencia de su tío), pero heredó el trono de su padre y al parecer nunca ha llegado a abdicar. Hay quien le considera un ex-rey, otros un rey sin trono. Para los búlgaros sigue siendo un político influyente, aunque ya no ostente el cargo.

La relación de la familia real búlgara con España es muy estrecha. No sólo viven y trabajan en España (excepto Kalina, que vive en Marruecos) y han formado familias españolas, sino que, por lo que sé, también tienen buena relación con la familia real española.

Actualmente, el rey Simeón y su hermana pleitean en el Tribunal de Estrasburgo para que les sean devueltas las propiedades en Bulgaria que les fueron expropiadas por los comunistas, luego devueltas, y posteriormente expropiadas de nuevo por el Gobierno búlgaro. Entre esas propiedades figuran varias residencias y palacios: el palacio de Vrana (donde estuvo recluido por los soviéticos en 1944), el palacio de Tsarska Birstritsa, donde se casó la princesa Kalina en 2001, la residencia Sytniakovo y el palacio de Krichim.

propiedades expropiadas de Simeón de Bulgaria
   

El año pasado hablé por encima del rey Simeón en el blog, cuando un lector me envió un e-mail conmovedor sobre su visita a Bulgaria en los años 80. Él y su mujer llevan 30 años mandando ayuda a sus conocidos búlgaros, primero paquetes con productos que no se podían conseguir aquí, y más tarde incluso dinero. Escribió a los periódicos para denunciar la precaria situación del país y sus habitantes durante la transición del comunismo, y al poco tiempo recibió una carta del rey Simeón, agradeciéndole el gesto. Este señor me dio permiso para publicar tanto su texto en la prensa como la respuesta de Simeón II, y si os interesa, podéis leer su narraciónla carta del rey.

Espero que os haya parecido interesante. He intentado que este resumen sea completo y simple a la vez, pero si os queda alguna duda podéis dejar cualquier pregunta en los comentarios y responderé lo antes posible.

¿Habíais oído hablar de Simeón de Bulgaria? ¿Conocíais la estrecha relación que tiene con España?

Gestionar las emociones de los seis años

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A medida que los niños van creciendo va cambiando la manera en que cuidamos de ellos. Al principio es todo más físico. Empleamos nuestro tiempo y energía en abastecer sus necesidades físicas, como darles de comer, conseguir que duerman, jugar con ellos... Incluso el afecto es muy físico, y se demuestra mucho con besos, abrazos, caricias. Los bebés buscan mucho contacto físico con sus padres, hermanos y abuelos. 

Pero cuando nuestros hijos se van haciendo mayores, pasamos a otras etapas. No dejan de ser físicas, porque seguimos proveyendoles de todo lo necesario y besandoles y abrazandoles, pero por ejemplo ya se puede expresar afecto de forma verbal ("Mami te quiero"), y los padres tenemos que ponernos las pilas en el apartado emocional.



Mi pequeña hispanobúlgara, a sus seis años y medio, está metida de lleno en lo que yo llamo preadolescencia (aún no lo es, pero se le parece). De súbito parece que todas las emociones se le han desbocado, y no tiene todavía mucha habilidad para mantenerlas controladas

Esto se manifiesta en forma de fuertes explosiones emocionales, cualquier cosa puede prender la mecha sin previo aviso y empieza un festival de alaridos, lágrimas de cocodrilo, portazos, al tiempo que grita cosas como "¿Por qué me haces esto?", "En esta casa nadie me entiende!", "¿Por qué me obligas a hacer eso?" o el siempre socorrido "Nadie me quiere!", con entonación muy dramática. A veces el show incluye algo de violencia física, bien hacia objetos (preferentemente juguetes de su hermano), bien hacia mi maltrecha persona. 


Escena habitual en nuestro hogar multicultural.

Cuando no nos ameniza con el show completo, su actitud es algo picajosa y desafiante. Se parece a la de Riley, la protagonista de Inside Out, aunque ella tiene 11 años, la edad a la que según los expertos empieza la preadolescencia en realidad. Así que mi bulgarita debe ser, imagino, pre-pre-adolescente o algo así.  

Ante esta situación, hay dos cosas que nos están funcionando bastante bien:algo de disciplina (nada fuera de lo normal, sólo algunas normas de convivencia y comportamiento), y la asignación de tareas. Obviamente me refiero a tareas adecuadas para su edad, y concebidas únicamente como beneficio para ella. Son pequeñas cosas que a mi no me quitan mucho trabajo, es más, a veces tengo que ir luego yo a escondidas, deshacer lo que ha hecho, y hacerlo bien. Pero creo que a ella le vienen muy bien.

¿A qué tareas me refiero? Cositas pequeñas y sencillas de realizar, pero que implican un hábito y cierta constancia:

Hacerse la cama.
Llevar los platos sucios al fregadero.
Poner la mesa.
Recoger lo que desordena.
Regar las plantas.
Hacer los (pocos) deberes que le ponen en el colegio.
Prepararse la ropa y la mochila para el día siguiente.
Echar la ropa al cesto de la ropa sucia.
Ayudarme a limpiar el polvo o barrer.

¿Qué beneficios le aportan estas pequeñas tareas? 

En mi humilde opinión de novata en estas lides, me parece que fomentan la responsabilidad. Ella sabe que si no riega las plantas se van a morir. Que si no hace los deberes la profesora la reprenderá. Que si no recoge lo que desordena, nadie lo hará por ella y no encontrará nada entre el caos. En suma, que hay consecuencias.

Fomentan asimismo la constancia. De nada sirve que este mes riegue las plantas si el mes que viene no lo hace. Se morirán igual.

Evitan el aburrimiento. Cuando ya nada de lo que tiene la entretiene, ayuda mantenerla ocupada aunque sea doblando calcetines conmigo o medir ingredientes para hacer galletas.

Aprende obediencia. No quiero que sea un cordero diciendo que sí a todo, pero es un hecho que a lo largo de nuestra vida todos tenemos que obedecer a alguien, siempre hay normas que cumplir. De pequeños obedecemos a nuestros padres, más adelante hacemos lo que nos piden los profesores en el colegio, y de adultos hay que llevar a cabo las tareas que nos encomienda el jefe y cumplir la ley. 

También la entrenan para el futuro. Cuando sea adulta yo no podré ir detrás de ella para supervisar que no olvide cosas, ni sacarle las castañas del fuego cada vez que meta la pata. 








¿Cómo se toma ella estas tareas?

Según el día. Algunas las hace de forma automática y sin problemas. Otras, por fáciles que sean, le causan fastidio y gasta mucha energía resisitiéndose a llevarlas a cabo, como por ejemplo hacerse la cama, que es una batalla diaria. Digo yo que sería más rápido hacerla en un pis pas y todos felices, pero no, se pasa media hora lamentandose y quejandose de que la tenemos esclavizada. A menudo me siento tentada de hacerle la cama yo y ahorrarme el dramón, pero a la larga sería peor.

Otras veces se muestra colaboradora y feliz, y es un placer hacer cosas con ella; las dos lo pasamos bien y encima vamos adelantando tareas mientras charlamos.

En general, creo que es bueno para los niños tener la responsabilidad de llevar a cabo algunas tareas en el hogar. El papel de los padres, en mi opinión, es variado. En primer lugar hay que decidir qué tareas se les piden a los hijos, y a qué edad. Esto dependerá de cada niño y de cada familia. 

Los padres también debemos sabermantenernos firme ante la rebeldía, porque si cedemos a un drama por no hacerse la cama, sentamos precedente. A ver, no pasa nada si un día mi hija no se hace la cama, pero no puedo permitir que utilice malos modos para librarse de hacer estas cosas por sistema.

La clave está en el diálogo. A esta edad ya pueden razonar bien, pueden entender que un hogar es una pequeña sociedad en la que cada cual tiene su papel. Yo a mi hija le digo a menudo que un bebé grita y llora porque no sabe expresarse de otro modo, pero que los niños mayores deben usar las palabras.

Y sí, hay que hablar mucho para enseñarles a gestionar sus emociones. Hablar es importante, porque como dice Shrek, "mejor fuera que dentro", y creo que es más fácil explotar si uno se guarda cosas. Sé que esto va para largo; mientras tanto, mi tarea como madre es tener mucha paciencia, darle un buen ejemplo de comportamiento, y acompañarla en el proceso. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero lo hago lo mejor que sé. 

¿Cómo os organizáis en casa? ¿Los niños tienen alguna pequeña responsabilidad para echar una mano con las tareas domésticas? Y vosotr@s en su día, ¿ayudabais también en casa? 

El alfabeto cirílico: el primer paso para aprender búlgaro.

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El 24 de mayo se celebra en Bulgaria una importante fiesta nacional: el Día de la Cultura y Educación Búlgaras y del Alfabeto Eslavo. ¿Muy largo? También es el Día de los Santos hermanos Cirilo y Metodio, y el Día del Alfabeto Cirílico. Don't panic, todo está relacionado.

Para resumir, os diré que en el siglo IX no había alfabeto por estos lares, así que los hermanos Cirilo y Metodio crearon uno, el alfabeto glagolítico, gracias a lo cual se pudo empezar a transmitir la cultura escrita. Empezaron con algo facilito: traducir la Biblia para poder predicar el cristianismo. Más adelante, San Clemente de Ohrid tuvo el detalle de adaptarlo a lo que ahora se conoce como alfabeto cirílico. Este tema da para mucho, pero ya lo desarrollaré otro día para no hacer un post  eterno.

San Cirilo y San Metodio, alfabeto cirílico Bulgaria
San Cirilo y san Metodio, en búlgaro Sveti Kyril i Metodii. Kyril es un nombre muy típico búlgaro.


Cuando la gente me pregunta sobre vivir en Bulgaria, siempre surgen preguntas sobre el idioma. Por supuesto que se puede aprender búlgaro. Yo lo he hecho, y eso que tardé bastante porque tenía una niña recién nacida y apenas podía ir a clases al principio.

El búlgaro es un idioma complicado para personas cuya lengua nativa no se parece en nada, por ejemplo hispanohablantes. El español es una lengua latina, el búlgaro es una lengua eslava. El español usa el alfabeto latino, y el búlgaro el cirílico. Si te pones a estudiar francés, desde el primer día siempre hay alguna palabreja que entiendes y aunque no entiendas, puedes leer letreros etc. Con el búlgaro no. Empiezas desde CERO absoluto y no te puedes apoyar en nada. 




Según mi experiencia personal, estas son lasclaves para aprender búlgaro sin morir en el intento:


PASO 1: Aprender el alfabeto cirílico


El paso más importante, y por suerte también el más fácil. ¡Son sólo 30 símbolos! Los hay de tres tipos:
   
- Algunos son iguales que en español: A, E, M, O y T. 

- Otros son completamente diferentes. Símbolos que no has visto en tu vida. Hay que aprender a dibujarlos, como los niños pequeños cuando aprenden a escribir. Г, Д, Ж, З, И, Л, П, Ш, Щ, Ч, Ю, Я...Yo me apañé con una libreta normal, pero hace poco descubrí que existen cuadernos Rubio en búlgaro, que me habrían venido bien.
 
- Por último, hay símbolos que se escriben igual pero que en español son una letra completamente distinta: la B búlgara es una V, la H es una N, la P es una R, la Y es una U, la C es una S... Estos fueron, para mí, los más complicados.


A tener en cuenta: 

En búlgaro hay 6 vocales. A, E, I, O, U y Ъ  (se pronuncia como ə, digamos entre A y E).

Algunos sonidos no tienen equivalente en castellano, pero sí existen en catalán, en inglés y en otros idiomas europeos, así que cuantos más idiomas hablas, más fácil es.

El alfabeto cirílico está en un orden distinto, lo cual es un pequeño problema a la hora de usar el diccionario, hasta que te acostumbras.


Mi truco infalible para aprender el alfabeto cirílico:


Coge la tabla de equivalencias de alfabetos cirílico y latino que he puesto arriba, y escribe algo en español pero con el alfabeto cirílico. ¡Es como un juego! Empieza con tu nombre. Luego quizá alguna frase corta. Irás cogiendo soltura sin darte cuenta y tu cerebro se aprenderá sin esfuerzo las equivalencias. Mucho más fácil que memorizar los 30 símbolos a palo seco, ¿no?


Aprender búlgaro alfabeto cirílico



Listo, ¡alfabeto cirílico aprendido! Yo lo aprendí con un boli y servilletas de las cafeterías de media Barcelona, cada vez que quedaba con mi novio búlgaro (hoy padre de mis hijos jaja).

Si sólo vas a venir unos días de vacaciones, por ejemplo, con el paso 1 va que chuta, podrás leer carteles en las calles, el menú de un restaurante... En Sofía los letreros con los nombres de las calles o los indicadores de tráfico suelen estar en los dos alfabetos, pero en el resto del país, a veces sólo cirílico. 

Eso sí, si quieres aprender algo más que el búlgaro necesario para unos días, al paso 1 (aprender el alfabeto) debes añadir los pasos 2 y 3: 
 

 

PASO 2. Busca ayuda externa.

 

Una vez dominado el alfabeto, se necesitan gramática y vocabulario. Te puedes comprar un libro de texto y hacerlo por tu cuenta, pero a mi lo que de verdad me fue genial fue ir a varios cursos. Me apunté durante tres años a los cursos que hace la Universidad de Sofía para estudiantes Erasmus, y ahí fue donde realmente empecé a aprender búlgaro a toda velocidad.

Otras opciones serían, por ejemplo, buscar ayuda de un profesor particular o de un amigo nativo. O tener un novio búlgaro ;)    

 

PASO 3. Práctica! 


Busca algo que te interese y hazlo en búlgaro. Cuando yo estudiaba inglés, me busqué los libros de Harry Potter en versión original y no paré hasta que los hube terminado. Cuando empecé con el búlgaro me gustaba ver vídeos de maquillaje y peinados, así que busqué y encontré una YouTuber búlgara y empecé a ver sus vídeos en este idioma. Así mataba dos pájaros de un tiro: practicaba búlgaro y me lo pasaba bomba.


Resumiendo, estos son los tres pasos que yo seguí para aprender búlgaro, y que se pueden extrapolar al aprendizaje de cualquier otro idioma con otro alfabeto.
 
¿Os parece complicado el alfabeto cirílico? ¿Habéis estudiado alguna vez a fondo algún idioma extranjero? 

Cosas que no me gustan de Bulgaria

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Hace poco hablé de algunas cosas que me encantan de Bulgaria. Hay muchas más, pero me habría salido un post muy largo y siempre puedo hacer una segunda parte. A raíz de esa entrada recibí más e-mails de lo habitual, y entre ellos hubo algunos preguntando por la otra cara de la moneda.

Aunque no siempre me resulta fácil, intento ser positiva respecto a mi expatrio, y por eso prefiero hablar de las cosas buenas para no centrarme en las malas. Sin embargo tampoco quiero hacer creer a nadie que vivir en Bulgaria es un pedazo de chollo y que aquí el aire huele a helado de chocolate y toffee.

Con la idea de equilibrar un poco la balanza y de no crear falsas expectativas, hoy me voy a mojar para contar también lo menos bonito de este país. Voy a ser completamente sincera, y espero que nadie se ofenda por ello. He aquí, de menos a más, cinco cosas que no me gustan nada de Bulgaria:
 

1. Mi eterna lucha con el yogur


Después de tantos años aún no me he acostumbrado a que el yogur búlgaro se consuma salado ni a que se lo echen a todo. De verdad que lo intento, en verano preparo tarator cada día, le echo salsa de yogur a todo como hacen los búlgaros. Pero no hay manera, me sigue chocando mucho que sea salado. Para mi mentalidad española el yogur es un postre dulce. Si lo uso para preparar bizcochos o postres mi cerebro lo acepta sin problemas, pero salado... me cuesta, me cuesta.


tarator búlgaro yogur pepino Bulgaria

Lo que está claro es que esto no es un gran problema, porque con el tiempo me acabaré acostumbrando, y como dicen, donde fueres haz lo que vieres. Mientras tanto intento poner de mi parte y comer yogur salado a menudo para acelerar el proceso.


2. El estado de las aceras en Sofía.  


A las aceras de la capital búlgara les podría dedicar varios post, pero eso iría en contra de mi positivismo artificial, así que lo dejo en un discreto punto en el post de hoy. Hay zonas y zonas, pero en general, las aceras en Sofía son terribles. Baldosas medio levantadas o desaparecidas, tapas de cloacas y de servicios rotas, sobresaliendo o hundidas... 

aceras Sofía Bulgaria calle



Evito llevar a mi hijo pequeño en el cochecito porque las ruedas se enganchan constantemente en estos obstáculos. En seis años he perdido la cuenta de las veces que mis hijos y yo hemos tropezado por la calle, pero peor lo tienen los ancianos, para quienes una caída puede suponer romperse algún hueso.

Obviamente no es que a los búlgaros les gusten las aceras en este estado. Muchas datan de la época comunista y se han ido deteriorando con el tiempo, sin que nadie se moleste en arreglarlas. Si por casualidad me lee alguien del Ayuntamiento, ¡un poquito de por favor, y a invertir en arreglar las calles, hombre! Y las tapas de las alcantarillas que sean metálicas, que hacerlas de cemento es una chapuza. Gracias.   



3. Los inviernos gélidos.  


Soy muy friolera y estoy acostumbrada al suave clima mediterráneo, así que entre octubre y abril lo paso mal porqueel invierno en Bulgaria es crudo y muy largo. A los búlgaros les suele hacer gracia verme con capas y capas de ropa hasta perder la forma humana, pero lo cierto es que paso mucho frío seis meses al año, por más que me abrigue.

invierno en Sofía Bulgaria frío parque fuente nieve amanecer

Por suerte en esto mis hijos han salido muy búlgaros y tienen una resistencia a las bajas temperaturas que me mata de envidia, la verdad.  


4. La corrupción y la mafia


El hecho de que la haya en casi todas partes, incluyendo España, no me consuela nada. Me da mucha rabia que haya gente en las altas esferas aprovechando su cargo y sus contactos para llenarse los bolsillos con dinero que no necesitan, mientras tantísimas personas no tienen ni para lo básico. 

Además, la mafia búlgara floreció con la caída del comunismo en los 90. Hace un par de años hubo protestas ciudadanas durante meses por el nombramiento de un conocido mafioso como director de la Agencia de Seguridad Nacional. Al final el clamor popular se hizo oír y fue destituido, pero otros sí se salen con la suya. 


Porsche 911 Turbo S coche de lujo negro Sofía Bulgaria mafia corrupción


A veces hay una desigualdad social brutal: unos pocos con más dinero del que podrían despilfarrar en diez vidas, fardando de coches de lujo y mansiones, mientras otros no pueden acceder a tratamientos médicos o a una vivienda digna. Y al hilo de este punto, el último, que es el peor:


5. Bulgaria es el país más pobre de la Unión Europea. 


Esto implica que a diario veo gente rebuscando en los contenedores, entre ellos muchos ancianos, y también personas durmiendo en la calle. A menudo hay pensionistas vendiendo por las esquinas ramitos de flores medio pochas o un puñado de tomates de su huerto. Es especialmente duro verles en invierno, cuando se llega a muchos grados bajo cero. 
 
Buscar en la basura Sofía Bulgaria contenedor
Lo siento, no soy capaz de hacerle una foto a alguien que busca en la basura. Imagen: A.J. González


 También hay muchos búlgaros que quizá no llegan al extremo de tener que hurgar en la basura de otros, pero que tienen serios problemas para llegar a fin de mes con sus sueldos o pensiones paupérrimas. Para que os hagáis una idea, en Bulgaria el salario mínimo es de 184 euros al mes, y la pensión mínima unos 80 euros. Según la Radio Nacional de Bulgaria, "de los más de 2 millones de trabajadores de Bulgaria, el 30% son trabajadores pobres que cobran menos de 200 euros al mes".

El sueldo medio ronda los 400 euros, y los búlgaros se pueden dar con un canto en los dientes porque hace un par de décadas era de 100. Ah, y lo digo en euros para que no se lie nadie, pero en Bulgaria la moneda es el LEV.  

A pesar de esto, los búlgaros suelen ser gente honesta; a mi en seis años y medio nunca me han robado la cartera en Sofía. En cambio, en Barcelona sí que me han robado.

 
******


Espero que nadie me malinterprete, siempre digo que en Bulgaria se puede vivir bien si tienes a tu familia, si haces amigos búlgaros y si eres una persona positiva y poco materialista. Y si te molestas en aprender búlgaro, claro.

A los puntos 1, 2 y 3 imagino que me acabaré acostumbrando con el tiempo, porque además no es culpa de nadie, Bulgaria es así y a mi, como extranjera, me corresponde adaptarme. 

Respecto a los puntos 4 y 5, espero sinceramente que las cosas cambien, y que Bulgaria pueda empezar a desarrollarse más económicamente para que aumente el bienestar social. Para eso harán falta reformas importantes en la estructura socio económica del país.


¿Creéis que está mal que hable de cosas que no me gustan de Bulgaria en este blog, o es bueno poder contrastarlas con las que me encantan? ¿Debería contar sólo lo positivo?

Cuando la única expatriada de la familia eres tu

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Desde que vivo en Bulgaria, hace más de seis años, he leído bastante sobre expatriación. Y me suelo encontrar con que casi toda la información disponible está dirigida a personas que se han ido a vivir en familia a otro país con el que no tienen nada que ver, normalmente por trabajo. Leo consejos para que toda la familia se adapte a la nueva situación, consejos para que los niños se tomen bien el cambio... ¿Pero qué pasa cuando tu eres la única expatriada de la familia?

Yo soy una española viviendo en Bulgaria. Soy una expatriada, porque vivo fuera de mi patria. Pero mi familia no. Mi marido es búlgaro, vive en su país, en su entorno. Ha nacido aquí, tiene a su familia aquí, conoce el idioma y las costumbres porque se ha criado aquí. Mis hijos, a pesar de haber nacido en España y de ser españoles, también son búlgaros. Están creciendo en Bulgaria, la mayor habla perfectamente el idioma, y tienen aquí a su familia. Mi marido y mis hijos no son expatriados.


ser la única expatriada de la familia, Sofía, Bulgaria, expatrio


Una lección de humildad.



Yo, que he enseñado a mi hija mayor a hablar, leer y escribir castellano, desde cero y sin apoyo escolar ni familiar, ahora necesito que ella me ayude a mi con el búlgaro, y aceptar que me corrija delante de otras personas. Porque yo me sabré la gramática y las conjugaciones de los verbos, pero ella es nativa y yo no.

Mi hija es mi profesora particular de búlgaro, aprender búlgaro, Bulgaria
¡Ayúdame con el búlgaro, hija!

Yo, que ya soy mayorcita, tengo que preguntar a los demás cosas que cualquier adulto sabe. Tengo que tragarme el orgullo y pedir que me repitan las cosas, que me hablen más despacio, que me expliquen lo que no entiendo.

Yo, que en España era bilingüe nativa y tenía varios títulos que certifican mis conocimientos de un idioma extranjero, ahora me encuentro con que mi segundo idioma materno no me sirve para nada en Bulgaria, y mi dominio del inglés aquí no es ningún logro especial, porque muchos búlgaros hablan con fluidez varios idiomas.

Podría seguir... pero con orgullo no se va a ninguna parte, así que hay que comerselo con patatas, y aceptar empezar casi de cero en otro país.

 

Acostumbrarse a ser diferente...



Hay ocasiones en las que siento como si la gente que me rodea, familia, amigos, desconocidos, estuvieran en una dimensión y yo en otra. Cerca, con contacto visual, pero en planos distintos. Ellos son búlgaros, y yo no. Yo soy la extranjera.

Ser igual, ser diferente, española en Bulgaria, Lego Star wars, Darth Vader, stormtroopers
Ser diferente no tiene por qué ser malo (mientras no perturbes la paz de la Galaxia).

Por la calle, en el parque, en el supermercado, vaya donde vaya, sé que en cuanto abro la boca me delato como extranjera. Bien porque me dirijo a mis hijos en castellano, bien por mi acento cuando hablo búlgaro. Y soy de las que odian llamar la atención, así que cuando la gente se me queda mirando a veces me siento incómoda. Es lo que hay. 


Hay que volver a aprenderlo todo.


Todo lo que ya dominaba en mi propio país, me toca aprenderlo de nuevo en su variante búlgara. Tantos años de estudiar de pe a pa la Historia de España en el colegio, y ahora tengo que aprenderme la Historia de Bulgaria si quiero entender bien mi nuevo país. Además, en mi colegio sólo nos hicieron aprender UN dato sobre Bulgaria: capital, Sofía. Punto. Nada más. Como si Europa se acabara pasada Italia. 

Así que me busco la vida yo sola, y me estudio la vida y obra de los héroes de Bulgaria: Hristo Botev, Iván Vazov, Vasil Levski, Kyril y Metodi, San Clemente de Ohrid, Iván Rilski y muchos más. Quienes fueron, qué aportaron a su país... Mi hija me canta canciones que hablan de ellos, porque en el colegio no sólo les enseñan a leer y escribir, sino también amor a la patria.

También estoy aprendiendo toda clase de costumbres y tradiciones, además de canciones y cuentos infantiles. Esto también me lo suele enseñar mi hija. Menos mal que mi suegra es muy colaboradora en esto: le cuenta muchos cuentos búlgaros, le canta canciones de las de toda la vida...Cosas que yo no sé y por ende no le puedo transmitir.


Canción infantil  típica búlgara: si no comes fruta y verdura, Zelenchutsi koito ne iade



No me he venido a la otra punta de Europa por trabajo de mi marido, ni por el mío. No he venido por unos años, esto es definitivo. El mío es un tipo de expatrio quizá menos conocido, pero muy real. En esta sociedad tan internacional, las parejas multiculturales ya no son tan extraordinarias, y cuando hay que elegir entre dos países, uno de los dos será el nativo, y el otro el expatriado.

Hay muchas madres expatriadas, y aunque las que lo somos de forma definitiva somos minoría,  creo que todas debemos poner de nuestra parte para adaptarnos y para intentar ser felices, porque de la actitud de la madre depende muchas veces el ambiente familiar

Siempre podemos hablar entre nosotras gracias a Internet, y compartir experiencias. Una vez al mes, por ejemplo, quedamos en Twitter para hablar, una iniciativa abierta de Mamás por el Mundo llamada #expatalk. Porque realmente vivir expatriada se hace más fácil si hay con quién hablar.  


Si te toca irte a otro país y dejar atrás familia, amigos, y todo lo conocido, puedes quejarte sin parar, que no sirve de nada... o aprender, adaptarte y ser feliz. Y quizá... abrir un blog. :)


¿Has vivido alguna vez en otro país? ¿Podrías dejarlo todo si hiciera falta?      

Qué ver en Bulgaria en una semana

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¿Tienes en mente un viaje a Bulgaria? No te arrepentirás, te lo garantizo. Si no tienes mucha idea de qué hay que ver y hacer aquí, y tienes pocos días de vacaciones, te doy algunas ideas para aprovecharlos bien. No puedes irte de este país sin ver algunas de las maravillas que ofrece. Y aunque no vayas a venir a Bulgaria, te invito a disfrutarlas igualmente de manera virtual en este pequeño repaso.



Calculemos que tienes una semana. Menos tiempo no es recomendable, porque ya se sabe que entre unas cosas y otras, entre el viaje (3 horas de avión desde España), posibles escalas, esperas en aeropuertos, llegar al hotel e instalarte, se te puede ir medio día en el viaje de ida y otro tanto en el de vuelta.


1.Sofía


Empezamos por la capital porque probablemente tu vuelo aterrice aquí. Sofía no es una ciudad especialmente bonita, las cosas como son. Como muchos países del Este, tiene un aire bastante postcomunista, pero aún así hay sitios que no puedes dejar de ver. Por suerte, casi todo lo guay de la capital búlgara está situado en el centro, en un radio de dos kilómetros, con lo cual con un día tienes de sobra para pasearte a pie por el centro y verlo todo. 

turismo en Sofía, Bulgaria, Catedral Alexander Nevski, teatro Iván Bazov, iglesia Tveta Nedelia, rotonda Tsveti Georgi, mezquita de Sofía, iglesia rusa San Nicolás y estatua de Santa Sofía. Europa del Este
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Catedral Alexander Nevski, teatro Iván Bazov, iglesia Tveta Nedelia, rotonda Tsveti Georgi, mezquita de Sofía, iglesia rusa San Nicolás y estatua de Santa Sofía.


2. El Monasterio y los Siete Lagos de Rila


A unos 120 km al sur de Sofía se encuentra la montaña de Rila, que es un parque nacional precioso. Merece la pena la excursión para ver dos lugares increíbles: el archifamoso Monasterio de Rila, y los llamados Siete Lagos de Rila. Se trata de siete lagos ubicados entre 2.000 y 2.500 metros de altitud, cada uno con un nombre que alude a su forma: Ojo, Riñón, Gemelo, Trébol, De Pesca, El Bajo y Lágrima. Ya conté que Bulgaria es un paraíso de la naturaleza, y el parque Nacional de Rila es una clara muestra.

Los Siete Lagos de Rila, Bulgaria, turismo, parque nacional de Rila.


En cuanto al Monasterio de Rila, es uno de los símbolos de Bulgaria y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983. Lo fundó en el siglo X Iván Rilski, San Juan de Rila, un ermitaño que vivía en una cueva de la montaña.  Además de la increíble arquitectura del monasterio, hay un museo que exhibe valiosas piezas históricas, la más famosa de las cuales es quizá la Cruz de Rila, en la que hay talladas en tamaño milimétrico 36 escenas bíblicas.


Monasterio de Rila, Bulgaria, parque nacional de Rila, turismo.


En el aspecto práctico, ten en cuenta que los lavabos del monasterio son agujeros en el suelo y es recomendable llevar un paquete de kleenex. De nada. ;)


3. Plovdiv. 


La segunda ciudad más poblada de Bulgaria, a 130 km al este de Sofía. Llamada La Ciudad de la Siete Colinas porque, como Roma, está construida sobre siete colinas, por eso muchas calles hacen pendiente. Fundada hace más de 6.000 años, es la segunda ciudad más antigua de Europa. Los romanos la llamaban Trimontim y aún hoy hay restos de la arquitectura de esa época, como un increíble anfiteatro y un circo romano que actualmente está debajo de una calle de la ciudad. 


anfiteatro romano de Plovdiv, Bulgaria, Mamá en Bulgaria, turismo


Las casas del casco antiguo son muy representativas de la arquitectura típica búlgara del siglo pasado, y a mi personalmente ME ENCANTAN. Esas vigas de madera, esas calles empedradas... Una auténtica maravilla.

El casco antiguo de Plovdiv, Bulgaria, turismo, Europa del Este

Recomendable llevar calzado cómodo, o entre las cuestas y el empedrado se te quedan los pies hechos polvo.



4. El Valle de las Rosas


Viajando más al Este, llegamos al alucinante Valle de las Rosas. Este enorme valle en el centro del país es donde se produce más de 80% del aceite de rosas del mundo. El aceite de rosa damascena, la variedad que se cultiva en Bulgaria, se utiliza para todo tipo de perfumes y cosméticos, y tiene valiosas propiedades anti-inflamatorias, antisépticas, hidratantes, regeneradoras, etc. 

Practicamente cualquier perfume de calidad lleva entre sus ingredientes aceite de rosa de Bulgaria, que desde finales de 2014 ya tiene denominación de origen propia.

El aceite de rosa también se utiliza, en menor medida, para la elaboración de mermeladas, dulces y licores.  

Rosa damascena de Bulgaria, Kazanlak, cosecha de la rosa, aceite de rosa, agua de rosa,


Entre mayo y junio, cuando florece la rosa damascena, se lleva a cabo a cabo la cosecha de rosas, durante la cual miles de personas recogen las rosas a mano una a una al amanecer (cuando aprieta el calor el aceite de rosa se retira hacia las raíces).  Es necesario destilar tres toneladas de pétalos de rosa para obtener un litro de aceite esencial. ¡Con razón lo llaman oro líquido!


Rosa damascena de Bulgaria, Kazanlak, cosecha de la rosa, aceite de rosa, agua de rosa,


Con la cosecha tiene lugar el famoso Festival de la Rosa, que se celebra desde hace más de 100 años. Una de los momentos más esperados de la fiesta es la coronación de la Reina de las Rosas, que se elige entre las chicas de la localidad. 

Hace tiempo que tengo muchas ganas de visitar Kazanlak, en el Valle de las Rosas, para ver de primera mano la cosecha y el festival.




5. ¿Esquí o spa?


Para terminar el tour, si te sobra algún día puedes dedicarlo a esquiar en invierno, o ir a los baños termales si no es temporada de nieve. Como ya conté hace unos meses, las estaciones de esquí de Bulgaria son de las mejores de Europa, con la ventaja indiscutible de que los precios son low cost para los extranjeros. Personalmente, recomiendo Borovets y Bansko.

Estación de esquí de Bansko, esquiar en Bulgaria, turismo de invierno



Por otro lado, Bulgaria abunda en termas de aguas minerales con propiedades curativas y por eso el turismo termal es muy popular en el país. En Spareva Banya, por ejemplo, a 70 km al sur de Sofía, brota el manantial de agua termal más caliente de Europa, un géiser de agua a 103ºC. Vamos, que se evapora en el aire!
 
Aún hay muchos otros lugares interesantes en Bulgaria, pero lo dejo para futuras entradas porque esta ya es muy larga. En la próxima me centraré más en la otra mitad del país, sobre todo en la costa búlgara que es un destino turístico muy popular.

Espero que te haya parecido interesante, que hayas cogido ideas si piensas venir de vacaciones a Bulgaria, y que hayas disfrutado el tour virtual si no.

¿Has estado alguna vez en alguno de estos lugares? Dejando aparte "detallitos" como tiempo o dinero, ¿te atrae la idea de visitar Bulgaria?  
 

Bulgaria en imágenes

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He hablado muchas veces en este blog de la belleza de Bulgaria. Este país tiene sólo 7 millones de habitantes para 111.000 km2, y tres cuartas partes de la población se concentran en las grandes ciudades. Por ello, hay zonas muy extensas libres de huella humana, o muy escasa. Diminutos pueblos en los que las construcciones son del siglo pasado o más antiguas, que conservan el encanto de antaño. Decenas de miles de hectáreas de montañas, valles, parques naturales increíbles.

Hoy me gustaría enseñaros Bulgaria a través de tres cuentas de Instagram que me gustan mucho y que sigo hace tiempo, en mi intento de conocer y apreciar más mi país de adopción. Son cuentas especializadas precisamente en esto, en mostrar la belleza de Bulgaria en imágenes.

1. @bulgariaofficial

 Es una cuenta un poco impersonal, hay un equipo entero detrás que se dedica a ir subiendo imágenes bonitas de Bulgaria, sin más. Son imágenes bastante distintas entre sí, debido a que han sido tomadas por distintos autores, y eso se nota, aunque me gusta esa variedad.


Imágenes: @bulgariaofficial


2. @mybulgaria

En cada imagen consigue mucha interacción de sus seguidores mediante el hashtag #poznaimiastoto (Adivina el lugar), para que intentemos adivinar el lugar que muestra cada imagen. ¡Siempre vuelves a ver cuál era! Yo casi nunca acierto, pero siempre aprendo algo. 


Imágenes: @mybulgaria

Sin seguir a nadie, y con apenas 200 publicaciones, esta cuenta tiene ya más de 17.000 seguidores.  No es de extrañar, las imágenes quitan el aliento.

Imágenes: @mybulgaria

Personalmente no entiendo mucho de fotografía pero diría que la mayoría de imágenes tienen filtros para realzar los colores y esas cosas. Supongo que también se requiere habilidad para jugar con los filtros y sacarles partido, porque yo ya me pierdo con los pocos que ofrece Instagram!

Imágenes: @mybulgaria


3. @denisshukerov

Denis es un chico búlgaro de sólo 19 años, fotógrafo aficionado, que desde un pueblo perdido llamado Gorna Arda (Plovdiv) y con mucho ojo consigue imágenes simplemente increíbles. Porque a mi me ponen delante esos paisajes y os aseguro que no me salen esas maravillas.


Imágenes. @denisshukerov

De momento es mi cuenta favorita, aunque no sea ni de lejos la que más seguidores tiene. Tal vez sea en parte por su edad, pero hace imágenes muy tiernas. Una vez le pregunté sobre la anciana que protagoniza una de ellas, porque vi que sonreía, pero una sonrisa muy sincera, no de posar para una foto. Y me explico que esa anciana ¡es su abuela! Claro, no le sonreía a la cámara, ¡le sonreía a su nieto!

Imágenes: @denisshukerov

Ese que está de espaldas es Denis, da la cara en varias fotos. Todas las hace él, pero usa trípode y disparador de esos con temporizador. Repito que no sé nada de fotografía, así que quizá esto tenga otro nombre, no sé.

Imágenes: @denisshukerov

No hace mucho que uso Instagram, pero esta curiosa red social me fascina. No sólo puedes estar al día de lo que publican tus amigos, sino que mediante los hashtags se puede encontrar cualquier cosa que le interese a cada uno. ¡Sólo es necesario que las imágenes lleven etiquetas adecuadas!

Para etiquetar y localizar imágenes de Bulgaria se pueden usar los hashtags #Bulgaria #instabulgaria #bulgariaofficialteam o #instabg, por ejemplo.


Y si os gustan estas imágenes de Bulgaria, podéis seguir estas cuentas haciendo click en el nombre de cada una para acceder a ellas.

¿A que Bulgaria es un país precioso? ¿Seguís alguna cuenta interesante en Instagram? Contadlo para que podamos ir a cotillear! :)



Sorteo 2º Aniversario con Carla Bulgaria Roses Beauty

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Casi sin darme cuenta, Mamá española en Bulgaria ha cumplido dos años. No es mucho comparado con blogs de larga trayectoria, pero considerando que ni mi familia ni mis amigos saben nada de este blog, todas las visitas que recibe vienen de personas a las que les parece interesante lo que voy contando de Bulgaria.

Para agradeceros cada visita, cada comentario, cada mensaje que me habéis hecho llegar en estos dos años, he preparado un sorteo con una colaboración de lujo. Ya os he hablado otras veces de la fama que tiene la rosa de Bulgaria y lo valiosa que es para la elaboración de perfumes y cosméticos de calidad, y me hacía ilusión sortear algo que tenga que ver con Bulgaria...

Carla Royo-Villanova, creadora de la línea de cosmética natural Carla Bulgaria Roses Beauty, aporta el premio de este sorteo: un estupendo lote de productos a base de de agua de rosa de Bulgaria de su marca, CBRB, que acaba de celebrar su 7º aniversario.

Sorteo Carla Bulgaria Roses Beauty

Carla tiene una estrecha relación con Bulgaria, porque está casada con el príncipe Kubrat, el tercer hijo del rey Simeón. En uno de sus múltiples viajes a este país conoció las propiedades de la rosa damascena, la variedad que se cultiva en Bulgaria, y le gustó tanto que al volver a España dedicó varios años a crear toda una línea de productos que tienen como ingrediente principal agua de rosa de Bulgaria. ¡Algunos tienen hasta un 95% de agua de rosa!

Formulada de la manera más natural posible, sin parabenes, y no testada en animales, toda la gama es tan delicada que es apta incluso para pieles atópicas. Además, me gusta especialmente que la marca colabora en cuidar el medio ambiente presentando los productos directamente en su envase, sin cajas ni plásticos innecesarios. Sólo el perfume viene en caja, para proteger el bote de cristal. 

Para este segundo aniversario del blog, sorteamos un pack perfecto para el verano, valorado en 60 euros:

Sorteo Carla Bulgaria Roses Beauty


El pack incluye: 

-> Hidra-Gel Calmante con Rosa de Bulgaria. 50 ml.
Un gel refrescante, con un 95% de agua de rosa. Ningún otro producto del mercado tiene una concentración tan alta de agua de rosa. Antiinflamatorio, descongestionante, sirve para las quemaduras y ayuda con el acné.

-> Lluvia de Rosas. Crema de cuerpo con Rosa de Bulgaria. 200 ml.
Crema fluida a base de agua de rosa, hidratante y nutritiva. Refresca y tonifica la piel.

-> Luz de Rosas. Crema hidratante de día con Rosa de Bulgaria. 50 ml.
Crema hidratante de rápida absorción a base de agua de rosa. Hidrata y protege la piel, con SPF-15.
 

 ¿Cómo participar? 

1. Sigue a Carla Bulgaria en Facebook y en Twitter.

2. Sigue a Mamá en Bulgaria en Facebook.

3. Deja un comentario en este post, diciendo qué producto de toda la gama te gustaría más probar. Puedes verlos en su tienda online.

4. Rellena este formulario con un nombre (no hace falta que sea el real) y un e-mail de contacto (para avisarte si ganas). De este modo tus datos sólo los veré yo. 



 

Compartir el sorteo en Facebook o Twitter no es obligatorio, pero se agradecerá :) 

Se puede participar desde toda España, incluyendo Baleares y Canarias. ¡Sí, Canarias también!

Plazo: tenéis toda la semana, hasta el domingo 5 de julio a las 22h (hora de Madrid) para participar. 

Ganador:será elegido de manera aleatoria con Sortea2 y lo comunicaré al día siguiente en este mismo post y en mis redes sociales (Twitter y Facebook). 

¡Mucha suerte! :)   

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Editado (5.07.15): ¡Ya tenemos ganadora del sorteo! ¡Enhorabuena, me pondré en contacto contigo! Y muchas gracias a todas por participar y por compartir.




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