Uno de los aspectos que más me fascinan de los búlgaros es su capacidad para aprender idiomas. En Bulgaria, casi cualquier persona puede expresarse en al menos un idioma extranjero. La gente de mediana edad y los ancianos suelen saber ruso, por motivos históricos y culturales, y los jóvenes cualquier idioma europeo, siendo los más comunes inglés, español, francés y alemán.
En España, en cambio, la enseñanza de idiomas es un desastre. No es aceptable que después de 12 años estudiando inglés en el colegio, los adolescentes no puedan formular un par de frases coherentes y correctas. Menuda pérdida de tiempo. No sé qué falla, porque yo hace tiempo que terminé el colegio, pero ese spanglish chapucero da vergüenza ajena.
Y esto lleva a preguntarse ¿por qué? ¿Acaso los búlgaros están más capacitados genéticamente que los españoles para aprender idiomas? De ninguna manera, se trata de algo mucho más simple.
Hace unas semanas lo comentaba en mi página de Facebook, y una lectora me recordaba algo más que evidente: la motivación. En Bulgaria muchísimos jóvenes tienen un objetivo desde que están en el colegio: emigrar. Como ya he contado otras veces, Bulgaria es el país más pobre de la UE. Los sueldos son muy, muy bajos y las perspectivas escasas.
No es extraño, pues, que muchos búlgaros desde pequeños se fijen como meta aprender un idioma europeo que les permita irse al extranjero en cuanto puedan.
Los búlgaros aprenden idiomas mucho mejor que los españoles porque tienen una importante motivación para ello. ¿Qué motiva a los españoles a aprender inglés o alemán? ¿Poder ponerlo en el currículum? Pocos se plantean irse de su país desde el colegio; esto suele venir en la edad adulta, cuando ven que no encuentran trabajo en su propio país.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los búlgaros también tienen más facilidades para aprender idiomas desde pequeños. Existen las llamadas gimnazia o liceos de idiomas, que son institutos públicos bilingües.
Los liceos de idiomas en Bulgaria funcionan así: a los 13 años los niños eligen un idioma de entre los que ofrece el centro, y son separados en clases distintas según por el que se hayan decantado. Entonces, se dedica ese curso escolar exclusivamente a aprender ese idioma. Un curso intensivo, al final del cual ya tienen cierto dominio de esa lengua.
A partir de entonces, los cursos escolares restantes se dan en ese mismo idioma. Los alumnos estudian lo mismo que los demás (Historia, Geografía, Matemáticas, etc.), pero en vez de hacerlo en búlgaro, lo hacen en el idioma que acaban de aprender (excepto las asignaturas de búlgaro e inglés, claro). Esto sirve para practicar y reforzar esos conocimientos, de modo que al acabar el bachillerato, están en condiciones de irse al extranjero si lo desean.
Otra facilidad que hay en este país para aprender idiomas es que en Bulgaria no se doblan las películas, sino que se subtitulan. En el cine (y en la tele casi siempre) las películas están todas en V.O. subtitulada, con la excepción obvia de las infantiles. De hecho, cuando estudiaba búlgaro me ayudó ver películas para niños, y aún ahora veo películas Disney en búlgaro con la mayor.
Esta situación lingüística me provoca sentimientos contradictorios. Por un lado me encanta ver de lo que es capaz la gente joven cuando está motivada, pero a la vez me produce gran tristeza que se vayan. Dejar su patria no debe ser nada fácil para ellos (eso lo entiendo perfectamente) ni para sus familias. Para un país tampoco es nada bueno perder a los jóvenes. Bulgaria envejece, ya que unos se van y los que se quedan tienen pocos hijos porque no se pueden permitir tener más.
¿Qué les espera a los que se van? Algunos descubren que emigrar no es ningún chollo. Otros consiguen ganarse bien la vida y ya no vuelven. De esta situación también surgen muchas familias multiculturales, niños con dos idiomas nativos, dos culturas, dos países. Si pueden, vuelven a Bulgaria por Navidad, o en verano, lo que ayuda a no perder las raíces.
Y vosotr@s, ¿os apañáis con los idiomas? ¿Os habéis planteado alguna vez emigrar?
En España, en cambio, la enseñanza de idiomas es un desastre. No es aceptable que después de 12 años estudiando inglés en el colegio, los adolescentes no puedan formular un par de frases coherentes y correctas. Menuda pérdida de tiempo. No sé qué falla, porque yo hace tiempo que terminé el colegio, pero ese spanglish chapucero da vergüenza ajena.
Y esto lleva a preguntarse ¿por qué? ¿Acaso los búlgaros están más capacitados genéticamente que los españoles para aprender idiomas? De ninguna manera, se trata de algo mucho más simple.
Hace unas semanas lo comentaba en mi página de Facebook, y una lectora me recordaba algo más que evidente: la motivación. En Bulgaria muchísimos jóvenes tienen un objetivo desde que están en el colegio: emigrar. Como ya he contado otras veces, Bulgaria es el país más pobre de la UE. Los sueldos son muy, muy bajos y las perspectivas escasas.
No es extraño, pues, que muchos búlgaros desde pequeños se fijen como meta aprender un idioma europeo que les permita irse al extranjero en cuanto puedan.
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Casi todos los búlgaros que emigran van hacia el Oeste |
Los búlgaros aprenden idiomas mucho mejor que los españoles porque tienen una importante motivación para ello. ¿Qué motiva a los españoles a aprender inglés o alemán? ¿Poder ponerlo en el currículum? Pocos se plantean irse de su país desde el colegio; esto suele venir en la edad adulta, cuando ven que no encuentran trabajo en su propio país.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los búlgaros también tienen más facilidades para aprender idiomas desde pequeños. Existen las llamadas gimnazia o liceos de idiomas, que son institutos públicos bilingües.
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Instituto bilingüe de Bachillerato Miguel de Cervantes, Sofía |
Los liceos de idiomas en Bulgaria funcionan así: a los 13 años los niños eligen un idioma de entre los que ofrece el centro, y son separados en clases distintas según por el que se hayan decantado. Entonces, se dedica ese curso escolar exclusivamente a aprender ese idioma. Un curso intensivo, al final del cual ya tienen cierto dominio de esa lengua.
A partir de entonces, los cursos escolares restantes se dan en ese mismo idioma. Los alumnos estudian lo mismo que los demás (Historia, Geografía, Matemáticas, etc.), pero en vez de hacerlo en búlgaro, lo hacen en el idioma que acaban de aprender (excepto las asignaturas de búlgaro e inglés, claro). Esto sirve para practicar y reforzar esos conocimientos, de modo que al acabar el bachillerato, están en condiciones de irse al extranjero si lo desean.
Otra facilidad que hay en este país para aprender idiomas es que en Bulgaria no se doblan las películas, sino que se subtitulan. En el cine (y en la tele casi siempre) las películas están todas en V.O. subtitulada, con la excepción obvia de las infantiles. De hecho, cuando estudiaba búlgaro me ayudó ver películas para niños, y aún ahora veo películas Disney en búlgaro con la mayor.
Esta situación lingüística me provoca sentimientos contradictorios. Por un lado me encanta ver de lo que es capaz la gente joven cuando está motivada, pero a la vez me produce gran tristeza que se vayan. Dejar su patria no debe ser nada fácil para ellos (eso lo entiendo perfectamente) ni para sus familias. Para un país tampoco es nada bueno perder a los jóvenes. Bulgaria envejece, ya que unos se van y los que se quedan tienen pocos hijos porque no se pueden permitir tener más.
¿Qué les espera a los que se van? Algunos descubren que emigrar no es ningún chollo. Otros consiguen ganarse bien la vida y ya no vuelven. De esta situación también surgen muchas familias multiculturales, niños con dos idiomas nativos, dos culturas, dos países. Si pueden, vuelven a Bulgaria por Navidad, o en verano, lo que ayuda a no perder las raíces.
Y vosotr@s, ¿os apañáis con los idiomas? ¿Os habéis planteado alguna vez emigrar?