Mi hija mayor ya lleva dos meses de colegio, lo que significa que yo llevo dos meses aprendiendo desde cero cómo es la enseñanza Primaria en Bulgaria. Al no haber ido nunca al colegio en este país, todo es nuevo para mí y voy con mil ojos para ir viendo cómo se hacen las cosas aquí. Lo básico es parecido, aunque hay algunas diferencias...
Edad:
Como ya conté, en Bulgaria los niños empiezan Primaria un año más tarde que en España, por lo tanto mi hija ha empezado primero ahora, con 7 años. La educación obligatoria empieza un año antes, el último año de Infantil.
Asignaturas:
Hay 7: Búlgaro, Inglés, Matemáticas, Música, Deporte, Manualidades, y Cultura Nacional. En Bulgaria, el 85% de niños en Educación Primaria aprende al menos un idioma extranjero. Mi hija podía elegir entre Inglés y Español, pero por motivos obvios, ¡no la apunté a Español! Y la asignatura de Cultura Nacional me parece genial, ya podría haberla en España.
Material:
14 libros de texto me parecen muchos para niños de 7 años, pero ya comenté que la mayoría los financia el Estado. Como en España, eso sí, los niños cargan la mitad arriba y abajo cada día, porque aunque cada alumno tiene su caja de material en clase, tienen que hacer deberes. Cada niño tiene su equipo de deporte (chándal y zapatillas) en una bolsa que se deja en el colegio toda la semana, y el viernes lo traen todo a casa para lavar. Es bueno comparar precios antes de comprar estas cosas; a mi me han pasado esta web de material de deporte, equipacion.net.
Deberes:
Cada día tienen deberes de cada asignatura, pero debo decir que no son tantos como los que al parecer se ponen en España. Así a ojo, mi hija los hace en unos 30-45 minutos, que no es poco, pero tampoco son las 2 o 3 horas de deberes que se ponen a los niños de esa edad en mi patria querida.
Desayuno:
A media mañana los bajan al comedor y les dan un segundo desayuno. Hasta ahora me parece muy aceptable: piezas de fruta, bocadillos de jamón, queso o lukanka (embutido búlgaro delicioso), banitsa... Sólo de vez en cuando les dan chocolatinas o galletas, según mis cálculos dos veces al mes. Eso sí, a veces vuelve a casa con cosas raras como medio pepino o un par de zanahorias, diciendo que no sabe cómo comerse eso a palo seco. ¿Os imagináis? ¡Medio pepino! Con el último hicimos un tarator para cenar, aún me estoy riendo...
Cumpleaños:
Ya hemos empezado a recibir invitaciones de cumpleaños de compañeros de clase. Normalmente en Bulgaria las fiestas de cumpleaños infantiles se hacen en los típicos Party Center para niños. Mientras juegan, los padres esperamos en una habitación más pequeña comiendo azúcar de colores con un poco de pastel debajo. A mi no me resulta fácil porque no soy demasiado sociable, pero son ocasiones estupendas para conocer a los otros padres del colegio.
Profesorado:
En Primero hay sólo tres profesoras: la de Música, la de Deporte, y la tutora, que se encarga del resto de asignaturas. Me gusta que no haya una para cada asignatura porque así los niños se familiarizan más con su tutora.
Horario:
Ya conté que es muy distinto al español. Este semestre el horario es de 8 a 12, excepto los viernes que salen una hora antes. Es decir, 19 horas de clase por semana, media jornada. Por un lado me parece bien que no se presione demasiado a los niños y que tengan tiempo para jugar en casa, pero prevalece el problema logístico de los padres: o tienes abuelos con los que contar, o no trabajas para poder recoger a los niños del colegio y ocuparte de ellos el resto del día. INconciliación.
Extraescolares:
Los niños a los que sus padres no pueden recoger se quedan a comer. El precio del menú es muy bajo, unas 2 levas, que equivalen a 1 euro. El resto de la tarde hay diversas actividades extraescolares para elegir: ballet, taekwondo, manualidades... Pero de esto no puedo hablar porque mi hija no se ha apuntado a ninguna, y tampoco se ha quedado nunca a comer.
En general estamos todos contentos con el colegio, y sólo hay algo que no me acaba de gustar: a causa de este horario intensivo, no hay recreo. Entiendo que en 4 horas apenas hay tiempo de dar las clases pertinentes y los niños se desahogan en Deporte y en el rato del desayuno, pero aún así pienso que 25 niños de 7 años que se pasan la mañana juntos deberían tener algún rato libre para interactuar. A estas alturas de curso, mi hija dice que aún hay niños con los que apenas ha podido hablar.
(Edito para añadir que aunque no haya recreo, si quieren pueden verse en el parque al salir del colegio. Otra cosa es que la mayoría se vayan a casa a comer, pero siempre hay alguien conocido en el parque).
Además, para mi pequeña hispanobúlgara descubrir que la asistencia es obligatoria ha supuesto un duro golpe. Le he explicado que todos tenemos nuestras obligaciones y que toda su vida tendrá que madrugar, al principio para ir al colegio, luego a la universidad o lo que elija, y más tarde al trabajo. Lo que le hace mucha ilusión es ir al mismo colegio al que fueron su padre y su abuelo.
¿Veis más similitudes o diferencias entre la enseñanza Primaria en Bulgaria y en vuestro país? ¿Hay algo que os llame la atención?
Edad:
Como ya conté, en Bulgaria los niños empiezan Primaria un año más tarde que en España, por lo tanto mi hija ha empezado primero ahora, con 7 años. La educación obligatoria empieza un año antes, el último año de Infantil.
Asignaturas:
Hay 7: Búlgaro, Inglés, Matemáticas, Música, Deporte, Manualidades, y Cultura Nacional. En Bulgaria, el 85% de niños en Educación Primaria aprende al menos un idioma extranjero. Mi hija podía elegir entre Inglés y Español, pero por motivos obvios, ¡no la apunté a Español! Y la asignatura de Cultura Nacional me parece genial, ya podría haberla en España.
Material:
14 libros de texto me parecen muchos para niños de 7 años, pero ya comenté que la mayoría los financia el Estado. Como en España, eso sí, los niños cargan la mitad arriba y abajo cada día, porque aunque cada alumno tiene su caja de material en clase, tienen que hacer deberes. Cada niño tiene su equipo de deporte (chándal y zapatillas) en una bolsa que se deja en el colegio toda la semana, y el viernes lo traen todo a casa para lavar. Es bueno comparar precios antes de comprar estas cosas; a mi me han pasado esta web de material de deporte, equipacion.net.
Deberes:
Cada día tienen deberes de cada asignatura, pero debo decir que no son tantos como los que al parecer se ponen en España. Así a ojo, mi hija los hace en unos 30-45 minutos, que no es poco, pero tampoco son las 2 o 3 horas de deberes que se ponen a los niños de esa edad en mi patria querida.
Desayuno:
A media mañana los bajan al comedor y les dan un segundo desayuno. Hasta ahora me parece muy aceptable: piezas de fruta, bocadillos de jamón, queso o lukanka (embutido búlgaro delicioso), banitsa... Sólo de vez en cuando les dan chocolatinas o galletas, según mis cálculos dos veces al mes. Eso sí, a veces vuelve a casa con cosas raras como medio pepino o un par de zanahorias, diciendo que no sabe cómo comerse eso a palo seco. ¿Os imagináis? ¡Medio pepino! Con el último hicimos un tarator para cenar, aún me estoy riendo...
Cumpleaños:
Ya hemos empezado a recibir invitaciones de cumpleaños de compañeros de clase. Normalmente en Bulgaria las fiestas de cumpleaños infantiles se hacen en los típicos Party Center para niños. Mientras juegan, los padres esperamos en una habitación más pequeña comiendo azúcar de colores con un poco de pastel debajo. A mi no me resulta fácil porque no soy demasiado sociable, pero son ocasiones estupendas para conocer a los otros padres del colegio.
Profesorado:
En Primero hay sólo tres profesoras: la de Música, la de Deporte, y la tutora, que se encarga del resto de asignaturas. Me gusta que no haya una para cada asignatura porque así los niños se familiarizan más con su tutora.
Horario:
Ya conté que es muy distinto al español. Este semestre el horario es de 8 a 12, excepto los viernes que salen una hora antes. Es decir, 19 horas de clase por semana, media jornada. Por un lado me parece bien que no se presione demasiado a los niños y que tengan tiempo para jugar en casa, pero prevalece el problema logístico de los padres: o tienes abuelos con los que contar, o no trabajas para poder recoger a los niños del colegio y ocuparte de ellos el resto del día. INconciliación.
Extraescolares:
Los niños a los que sus padres no pueden recoger se quedan a comer. El precio del menú es muy bajo, unas 2 levas, que equivalen a 1 euro. El resto de la tarde hay diversas actividades extraescolares para elegir: ballet, taekwondo, manualidades... Pero de esto no puedo hablar porque mi hija no se ha apuntado a ninguna, y tampoco se ha quedado nunca a comer.
En general estamos todos contentos con el colegio, y sólo hay algo que no me acaba de gustar: a causa de este horario intensivo, no hay recreo. Entiendo que en 4 horas apenas hay tiempo de dar las clases pertinentes y los niños se desahogan en Deporte y en el rato del desayuno, pero aún así pienso que 25 niños de 7 años que se pasan la mañana juntos deberían tener algún rato libre para interactuar. A estas alturas de curso, mi hija dice que aún hay niños con los que apenas ha podido hablar.
(Edito para añadir que aunque no haya recreo, si quieren pueden verse en el parque al salir del colegio. Otra cosa es que la mayoría se vayan a casa a comer, pero siempre hay alguien conocido en el parque).
Además, para mi pequeña hispanobúlgara descubrir que la asistencia es obligatoria ha supuesto un duro golpe. Le he explicado que todos tenemos nuestras obligaciones y que toda su vida tendrá que madrugar, al principio para ir al colegio, luego a la universidad o lo que elija, y más tarde al trabajo. Lo que le hace mucha ilusión es ir al mismo colegio al que fueron su padre y su abuelo.
¿Veis más similitudes o diferencias entre la enseñanza Primaria en Bulgaria y en vuestro país? ¿Hay algo que os llame la atención?