Una de las cosas que más me gusta de vivir en Sofía es la cantidad de parques que hay, y lo grandes y bonitos que son. Los hay como bosques, otros son más como jardines, unos cuidados y otros más asalvajados. He aquí los cinco mejores, desde los simplemente agradables a los absolutamente fantásticos, según mi opinión:
1. Yudzhen Park, el parque del Sur
Lo incluyo en la lista porque he estado varias veces y me ha gustado mucho, es enorme y bien cuidado, aunque me cae lejos de casa y hace tiempo que no voy. Hay un gran lago, varias zonas de columpios y está muy bien mantenido todo el año. Ideal para ir con amigos o en familia.
2. Doktorska Gradina, El Jardín de los Médicos:
Es un parque pequeño, situado justo detrás de la Biblioteca Nacional Santos Cirilo y Metodio y la Universidad Kliment Ohridski. Se llama así por el monumento central erigido en honor a los médicos que fallecieron durante la guerra ruso-turca (1877). Esta guerra entre el Imperio Otomano y una coalición de países balcánicos liberó Bulgaria después de cinco siglos de dominio turco.
Pasé tres años cruzandolo a diario para ir a clases de búlgaro, y mi recuerdo más vívido es del segundo año de vivir en Bulgaria. Salí de clase un día, en pleno invierno, y además de estar oscuro como la boca del lobo había caído una nevada tan copiosa que no se distinguían siquiera los caminos. Solamente conseguí atravesar el parque tomando como referencia los árboles, pero lo pasé mal porque la visibilidad era casi nula.
En la Doktorska Gradina también hay restos de hallazgos arqueológicos de la época romana, otomana y medieval. Siempre me he preguntado por qué no están en un museo, pero alguna razón habrá. El parque ha sido reformado este año y ha quedado aún mejor que antes.
3. Zaimov Park:
Este parque lleva el nombre del general Vladimir Zaimov. Está ubicado cerca del centro de la ciudad, y es la primera zona pública de Sofía en tener wifi gratis (aunque a mi nunca me funciona bien).
Hay dos fuentes muy bonitas, mesas de ping pong de libre uso, parterres preciosos de flores y varias zonas de columpios para niños muy pequeños y para más mayorcitos. Este parque está muy bien cuidado, constantemente hay cuadrillas de jardineros sembrando flores, cortando el césped o podando árboles.
Alrededor del parque hay restaurantes, teatros, tiendas, colegios... Es una zona que me gusta mucho para ir en familia, y mi hija mayor se ha pelado las rodillas ahí infinidad de veces (y lo que le queda al pequeño).
4. Voenna Akademia, o Academia Militar.
Este parque forma parte de los terrenos de la Academia Militar de Sofía, pero hace 4 años abrió al público y es uno de mis favoritos. Se trata del parque más tranquilo de todos, con diferencia, tal vez por estar rodeado de la verja de la Academia y porque sólo hay un acceso, la puerta principal. También están prohibidos los perros y las bebidas de todo tipo, lo cual reduce no sólo el ruido sino la basura y las cacas de perro.
La mitad del parque hace pendiente, y arriba hay una bonita glorieta y un pequeño anfiteatro donde se organizan actuaciones en verano. Como la puerta de acceso es la misma que la de la Academia Militar, hay un horario de uso, fuera del cual está prohibida la entrada.
Un pequeño bosque en medio de la ciudad, casi vacío de gente, ruido y basura. ¡Increíble!
5. Borisovata Gradina, o Parque de la Libertad.
Es el parque más grande y el más antiguo de Sofía.Fue creado en 1884 por el zar Borís III (padre de Simeón II). De hecho, Borisovata Gradina significa "el jardín de Borís". Durante el régimen comunista (1944-1989) se le cambió el nombre a Parque de la Libertad. Ahora se le conoce por los dos, aunque el oficial es el original, Borisovata Gradina.
Las más de 900 hectáreas del parque albergan el estadio Vasil Levski, un campo de fútbol, una cancha de tenis, una hípica, un precioso estanque de nenúfares, varias áreas infantiles con columpios y un gran lago donde se puede ir en barca en verano y patinar sobre hielo en invierno. Realmente, ¡es enorme!
Lo que más me gusta de este parque es su zona boscosa. Los caminos principales están asfaltados pero hay pequeños senderos alucinantes por los que perderse, y a medida que te vas alejando de las vías principales te vas sintiendo más como Caperucita en medio del bosque. Y eso, en medio de una capital europea, para mí es un lujo.
Aquí puedes venir a pasar el día y no querrás irte. Este parque es simplemente precioso en cualquier estación del año, y combina zonas ajardinadas y con columpios con grandes extensiones de bosque.
Los parques de Sofía suelen ser grandes pero a la vez tranquilos y familiares. Excepto en la Academia Militar, en el que está prohibida la venta ambulante, en los demás siempre hay puestos de maíz (me encanta la costumbre búlgara de ir royendo una mazorca mientras paseas), o ancianas vendiendo guevretsi (unas rosquillas de pan que gustan mucho a los niños. Vale, y a mí). También hay artistas o estudiantes de Arte dibujando, músicos tocando, amigos charlando, niños jugando.
El único punto negativo de los parques diría que son las cacas de perro, porque aunque muchos dueños las recogen, otros no, y hay que ir con mil ojos para no llevarte un regalito en el zapato. Pero esto es en Bulgaria y en todo el mundo.
Y en invierno... En invierno cambian por completo de aspecto, se convierten en paisajes navideñospreciosos, con lo que nieva por aquí parecen pasteles cubiertos de glaseado. Y aunque cuesta quitarse los guantes para hacer fotos y avanzar es penoso, es un regalo para la vista.
Hay más parques en Sofía, pero estos son mis favoritos. ¿Cuál os gusta más?
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Aquí se puede ver la cantidad de parques que hay en Sofía y el gran tamaño de algunos. |
1. Yudzhen Park, el parque del Sur
Lo incluyo en la lista porque he estado varias veces y me ha gustado mucho, es enorme y bien cuidado, aunque me cae lejos de casa y hace tiempo que no voy. Hay un gran lago, varias zonas de columpios y está muy bien mantenido todo el año. Ideal para ir con amigos o en familia.
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© Plamen Agov |
2. Doktorska Gradina, El Jardín de los Médicos:
Es un parque pequeño, situado justo detrás de la Biblioteca Nacional Santos Cirilo y Metodio y la Universidad Kliment Ohridski. Se llama así por el monumento central erigido en honor a los médicos que fallecieron durante la guerra ruso-turca (1877). Esta guerra entre el Imperio Otomano y una coalición de países balcánicos liberó Bulgaria después de cinco siglos de dominio turco.
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En los bloques del monumento hay tallados los nombres de 531 médicos y enfermeras. |
Pasé tres años cruzandolo a diario para ir a clases de búlgaro, y mi recuerdo más vívido es del segundo año de vivir en Bulgaria. Salí de clase un día, en pleno invierno, y además de estar oscuro como la boca del lobo había caído una nevada tan copiosa que no se distinguían siquiera los caminos. Solamente conseguí atravesar el parque tomando como referencia los árboles, pero lo pasé mal porque la visibilidad era casi nula.
En la Doktorska Gradina también hay restos de hallazgos arqueológicos de la época romana, otomana y medieval. Siempre me he preguntado por qué no están en un museo, pero alguna razón habrá. El parque ha sido reformado este año y ha quedado aún mejor que antes.
3. Zaimov Park:
Este parque lleva el nombre del general Vladimir Zaimov. Está ubicado cerca del centro de la ciudad, y es la primera zona pública de Sofía en tener wifi gratis (aunque a mi nunca me funciona bien).
Hay dos fuentes muy bonitas, mesas de ping pong de libre uso, parterres preciosos de flores y varias zonas de columpios para niños muy pequeños y para más mayorcitos. Este parque está muy bien cuidado, constantemente hay cuadrillas de jardineros sembrando flores, cortando el césped o podando árboles.
Alrededor del parque hay restaurantes, teatros, tiendas, colegios... Es una zona que me gusta mucho para ir en familia, y mi hija mayor se ha pelado las rodillas ahí infinidad de veces (y lo que le queda al pequeño).
4. Voenna Akademia, o Academia Militar.
Este parque forma parte de los terrenos de la Academia Militar de Sofía, pero hace 4 años abrió al público y es uno de mis favoritos. Se trata del parque más tranquilo de todos, con diferencia, tal vez por estar rodeado de la verja de la Academia y porque sólo hay un acceso, la puerta principal. También están prohibidos los perros y las bebidas de todo tipo, lo cual reduce no sólo el ruido sino la basura y las cacas de perro.
La mitad del parque hace pendiente, y arriba hay una bonita glorieta y un pequeño anfiteatro donde se organizan actuaciones en verano. Como la puerta de acceso es la misma que la de la Academia Militar, hay un horario de uso, fuera del cual está prohibida la entrada.
Un pequeño bosque en medio de la ciudad, casi vacío de gente, ruido y basura. ¡Increíble!
5. Borisovata Gradina, o Parque de la Libertad.
Es el parque más grande y el más antiguo de Sofía.Fue creado en 1884 por el zar Borís III (padre de Simeón II). De hecho, Borisovata Gradina significa "el jardín de Borís". Durante el régimen comunista (1944-1989) se le cambió el nombre a Parque de la Libertad. Ahora se le conoce por los dos, aunque el oficial es el original, Borisovata Gradina.
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Borisovata Gradina en los años 30 |
Las más de 900 hectáreas del parque albergan el estadio Vasil Levski, un campo de fútbol, una cancha de tenis, una hípica, un precioso estanque de nenúfares, varias áreas infantiles con columpios y un gran lago donde se puede ir en barca en verano y patinar sobre hielo en invierno. Realmente, ¡es enorme!
Lo que más me gusta de este parque es su zona boscosa. Los caminos principales están asfaltados pero hay pequeños senderos alucinantes por los que perderse, y a medida que te vas alejando de las vías principales te vas sintiendo más como Caperucita en medio del bosque. Y eso, en medio de una capital europea, para mí es un lujo.
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Imagen: Wikipedia |
Los parques de Sofía suelen ser grandes pero a la vez tranquilos y familiares. Excepto en la Academia Militar, en el que está prohibida la venta ambulante, en los demás siempre hay puestos de maíz (me encanta la costumbre búlgara de ir royendo una mazorca mientras paseas), o ancianas vendiendo guevretsi (unas rosquillas de pan que gustan mucho a los niños. Vale, y a mí). También hay artistas o estudiantes de Arte dibujando, músicos tocando, amigos charlando, niños jugando.
El único punto negativo de los parques diría que son las cacas de perro, porque aunque muchos dueños las recogen, otros no, y hay que ir con mil ojos para no llevarte un regalito en el zapato. Pero esto es en Bulgaria y en todo el mundo.
Y en invierno... En invierno cambian por completo de aspecto, se convierten en paisajes navideñospreciosos, con lo que nieva por aquí parecen pasteles cubiertos de glaseado. Y aunque cuesta quitarse los guantes para hacer fotos y avanzar es penoso, es un regalo para la vista.
Hay más parques en Sofía, pero estos son mis favoritos. ¿Cuál os gusta más?