Vivir expatriada tiene ventajas y desventajas. Pero pensar en las desventajas no sirve para nada, hay que ser positivo y centrarse en las cosas buenas. Cuando estoy de bajón cojo una libreta y apunto varias cosas buenas para visualizarlas y centrarme en ellas.
El expatrio me da una pequeña ventaja, por ejemplo, a la hora de hacer regalos, tanto a búlgaros como a españoles. Me explico: se trata simplemente de sacar partido a que en cada país se venden cosas distintas. Lo importante es que sea algo que en el otro país no se pueda conseguir.
-> De España a Bulgaria:
Cuando vuelvo a Bulgaria después de unas vacaciones en España siempre traigo conmigo cosas españolas para regalarselas a los amigos búlgaros, en ocasiones como santos, cumpleaños, o simplemente souvenirs. Suelo traer abanicos, chocolate a la taza, y otros productos españoles.
Los abanicos son un souvenir bonito y original para los extranjeros, eso sí, quienes no han usado nunca uno necesitan aprender los movimientos porque aún no he visto un búlgaro que se abanique correctamente a la primera. Pero con verlo un par de veces lo pillan al vuelo. La última vez que estuve en España me traje varios con unas lentejuelas irisadas preciosas.
El chocolate a la taza lo traigo porque en Bulgaria no existe, y al ser paquetes pequeños siempre me caben en algún rincón de la maleta. A los búlgaros les suele extrañar un poco esto de mojar comida en algo de consistencia tan espesa, pero cuando lo prueban les gusta.
Cuando veo cosas que no hay en Bulgaria también suelo traer.¿Os acordáis de cuando os hablé de mis vecinos búlgaros? Pues mi vecino culturista ha tenido un bebé, y como tenemos relación hay que hacerle un regalo chulo. El otro día vi que en España se venden regalos muy originales para bebés, como unas "cajas del tiempo" en las que los padres pueden ir guardando recuerdos, y la idea es que el niño la abra cuando sea mayor. Pues esto en Bulgaria no existe, que yo sepa, así que es una idea genial para Baby Culturist (mi marido y yo le llamamos así jeje).
-> De Bulgaria a España:
Cuando voy de vacaciones a España, unas semanas antes compro productos búlgaros para llevarlos como regalos: Toffifee, vajilla de Troyán, sírene (queso búlgaro), jabones y perfumes con rosa de Bulgaria...
Los Toffifee son unos bombones deliciosos de chocolate y caramelo, que en realidad no son búlgaros sino alemanes. Pero la clave es que en España no se venden. Sería absurdo que llevara bombones Lindt, Merci o Nestlé, que están muy buenos pero ahí se pueden comprar en cualquier supermercado. En cambio los Toffifee además de deliciosos son originales, porque la mayoría de españoles no los ha catado nunca.
La cerámica de Troyán es muy típica búlgara, ya hablaré de ella con más detalle más adelante. Baste decir que es vajilla tradicional de cerámica, hecha a mano y realmente colorida y alegre. No es sólo decorativa, yo uso mis bols cada semana para hacer gyuvedzheta (un plato tradicional búlgaro muy rico).
El sírene búlgaro no lo llevo a menudo porque no deja de ser algo delicado de transportar y si se aplasta, dovijdane (adiós).
Los jabones y perfumes de rosa de Bulgaria también son un buen regalo porque son un producto muy típico del país. Bulgaria genera el 80% de la producción mundial de agua de rosa. La rosa damascena, la variedad que se cultiva en Bulgaria, huele fenomenal y es un ingrediente de la mayoría de perfumes del mundo. Eso sí, estos productos sólo los llevo como regalo para mujeres porque no son regalos demasiado masculinos.
Parece que en general a la gente le gusta el detalle de que su regalo venga especialmente para ellos desde la otra punta de Europa. Ellos felices con su regalito original y yo feliz de que les guste y de tener ideas, porque seamos sinceros, esto de hacer regalos para familia y amigos a menudo es un estruje de cerebro muy estresante.
¿Habéis aprovechado alguna vez un viaje para comprar regalos especiales para familia y amigos?
El expatrio me da una pequeña ventaja, por ejemplo, a la hora de hacer regalos, tanto a búlgaros como a españoles. Me explico: se trata simplemente de sacar partido a que en cada país se venden cosas distintas. Lo importante es que sea algo que en el otro país no se pueda conseguir.
-> De España a Bulgaria:
Cuando vuelvo a Bulgaria después de unas vacaciones en España siempre traigo conmigo cosas españolas para regalarselas a los amigos búlgaros, en ocasiones como santos, cumpleaños, o simplemente souvenirs. Suelo traer abanicos, chocolate a la taza, y otros productos españoles.
Los abanicos son un souvenir bonito y original para los extranjeros, eso sí, quienes no han usado nunca uno necesitan aprender los movimientos porque aún no he visto un búlgaro que se abanique correctamente a la primera. Pero con verlo un par de veces lo pillan al vuelo. La última vez que estuve en España me traje varios con unas lentejuelas irisadas preciosas.
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Imagen: bodas.net |
El chocolate a la taza lo traigo porque en Bulgaria no existe, y al ser paquetes pequeños siempre me caben en algún rincón de la maleta. A los búlgaros les suele extrañar un poco esto de mojar comida en algo de consistencia tan espesa, pero cuando lo prueban les gusta.
Cuando veo cosas que no hay en Bulgaria también suelo traer.¿Os acordáis de cuando os hablé de mis vecinos búlgaros? Pues mi vecino culturista ha tenido un bebé, y como tenemos relación hay que hacerle un regalo chulo. El otro día vi que en España se venden regalos muy originales para bebés, como unas "cajas del tiempo" en las que los padres pueden ir guardando recuerdos, y la idea es que el niño la abra cuando sea mayor. Pues esto en Bulgaria no existe, que yo sepa, así que es una idea genial para Baby Culturist (mi marido y yo le llamamos así jeje).
-> De Bulgaria a España:
Cuando voy de vacaciones a España, unas semanas antes compro productos búlgaros para llevarlos como regalos: Toffifee, vajilla de Troyán, sírene (queso búlgaro), jabones y perfumes con rosa de Bulgaria...
Los Toffifee son unos bombones deliciosos de chocolate y caramelo, que en realidad no son búlgaros sino alemanes. Pero la clave es que en España no se venden. Sería absurdo que llevara bombones Lindt, Merci o Nestlé, que están muy buenos pero ahí se pueden comprar en cualquier supermercado. En cambio los Toffifee además de deliciosos son originales, porque la mayoría de españoles no los ha catado nunca.
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Os desafío a comer sólo uno. No se puede, lo he intentado. |
El sírene búlgaro no lo llevo a menudo porque no deja de ser algo delicado de transportar y si se aplasta, dovijdane (adiós).
Los jabones y perfumes de rosa de Bulgaria también son un buen regalo porque son un producto muy típico del país. Bulgaria genera el 80% de la producción mundial de agua de rosa. La rosa damascena, la variedad que se cultiva en Bulgaria, huele fenomenal y es un ingrediente de la mayoría de perfumes del mundo. Eso sí, estos productos sólo los llevo como regalo para mujeres porque no son regalos demasiado masculinos.
Parece que en general a la gente le gusta el detalle de que su regalo venga especialmente para ellos desde la otra punta de Europa. Ellos felices con su regalito original y yo feliz de que les guste y de tener ideas, porque seamos sinceros, esto de hacer regalos para familia y amigos a menudo es un estruje de cerebro muy estresante.
¿Habéis aprovechado alguna vez un viaje para comprar regalos especiales para familia y amigos?